La música del silencio de Patrick Rothfuss

Título original: The Slow Regard of Silent Things (2014)

Autor: Patrick Rothfuss
Saga: Crónica del asesino de reyes #2,5/3
Género: Fantasía
Editorial: Debolsillo
Traductora: Gemma Rovira
Edición: Abril de 2016
Nº páginas: 152 páginas
Mi puntuación: ★★★★☆

"Al despertar, Auri supo que faltaban siete días. Sí, estaba segura. Él iría a visitarla al séptimo día."

La Universidad, el bastión del conocimiento, atrae a las mentes más brillantes para aprender ciencias como la artificería y la alquimia. Pero bajo esos edificios y sus concurridas aulas existe un mundo de penumbra.

En ese laberinto de túneles antiguos, de salas y habitaciones abandonados, de escaleras serpenteantes y pasillos semiderruidos vive Auri, otrora alumna de la Universidad. Ahora cuida de la Subrealidad, de la que ha aprendido que hay misterios que no conviene remover. Ya no se deja engañar por la lógica en la que tanto confían en lo alto: ella sabe reconocer los sutiles peligros y los nombres olvidados que se ocultan bajo la superficie de las cosas.

En primer lugar, muchas gracias a la editorial por el ejemplar.

Los que hayáis leído los dos libros publicados de Crónica del Asesino de Reyes y os estéis quedando sin uñas esperando el último, seguro que también os alegrasteis cuando se anunció la publicación de este relato protagonizado por Auri, uno de los personajes más misteriosos y entrañables en la historia de Kvothe.

Misteriosa porque no sabemos absolutamente nada de ella a parte de que vive en lo que ella llama la Subrealidad, debajo de la Universidad, y entrañable porque a pesar de que en El temor de un hombre sabio no aparece mucho, siempre se nos presenta como un personaje frágil, con un pasado oculto aunque aquí descubriremos que a Auri le pasó algo que le hace ser como es ahora, además de que no es tan frágil como parece y esconde un carácter un tanto volátil. 

En este relato, Auri despierta un buen día con la certeza de que él la visitará al séptimo día así que, emocionada, empezará a prepararse y a buscar un regalo adecuado para su visita.

Auri se sentó un momento en la oscuridad. Aquello ya había sucedido otras veces. Ya hacía mucho tiempo que no le pasaba, pero se acordaba. Otras veces se había quedado así, vacía como una cáscara de huevo. Hueca y con sensación de presión en el pecho en una oscuridad furiosa, la primera vez que le había oído tocar. Antes de que él le regalara su nuevo nombre, dulce y perfecto. Un trozo de sol que nunca la abandonaba. Era un bocado de pan. Una flor en su corazón.

Aunque al principio el relato se hace muy extraño y "revoltoso" (en más de una ocasión piensas que a Auri le faltan más de un par de tornillos) pronto te acostumbras a la narración y te absorbe de tal manera que empiezas a comprender los razonamientos de Auri. Aunque en su mayor parte nos puede parecer descabellado lo que hace, lo cierto es que tiene su lógica. La de ella, pero lógica al fin y al cabo. 
Para empezar, en cuanto se despierta, según como huele el aire Auri sabe frente a qué tipo de día está: están los días blancos que son días profundos, de hallazgos; o los días de giros que son días de acciones; los días de reducir; días tímidos; de llamadas; de envíos; de elaboraciones; de arreglos; de encerar; etc. Cada día tiene su propósito y guiará las acciones siguientes de Auri. 
Acciones mientras corre de un lado a otro por la Subrealidad, en la que nos iremos situando poco a poco: Manto es donde ella duerme, Doce Amarillo es donde va a nadar, cruzará Brincos corriendo, se bañará en Retintín y luego se secará en Secadores. Incluso la veremos poner nombre a dos sitios que descubre a lo largo del relato: Tumbrel y Nuevemente.

Si ojeáis el libro pronto os daréis cuenta de que este carece de diálogo, únicamente leeremos el monólogo de Auri con su entorno. Que no por eso deja de ser interesante.
Como ya he dicho, este es un relato extraño aunque pronto se le coge el aire, en parte gracias a la narración un tanto poética y cargada de sensaciones que nos regala Rothfuss, llena de olores y de impresiones. Todos los elementos del relato terminan por absorbernos y nos dejaremos llevar por los "razonamientos" de Auri, a los que poco a poco se les va encontrando un sentido. 
Auri se preocupa mucho por los objetos, le preocupa que puedan llegar a pensar que está siendo maleducada con ellos. Le preocupa que se sientan solos o que estén en un lugar que no los hace felices. A menudo gasta horas paseando un objeto de una habitación a otra, colocándolo en distintos lugares hasta que el objeto en cuestión "se decide" por un sitio y queda satisfecho. Si los objetos están satisfechos, Auri es feliz. 
Hay que ser amable y educado con las cosas, puesto que todo pertenece a un lugar por lo que uno no puede ser avaricioso y desear cosas para si mismo, porque entonces todo se desmorona.

No he podido evitar sentir que Auri tiene algún tipo de TOC, de normal se enjuaga la cara, las manos y los pies pero el día que la vemos enfadada, realiza esa tarea al menos 3 veces en poco tiempo. 

En realidad, no sabía muy bien qué pasaba después. Pero confiaba en que, después de eso, el mundo empezara a ocuparse un poco de sí mismo, como un reloj de engranajes bien ajustado y engrasado. Era en eso en lo que confiaba. Porque sinceramente, había días en que se sentía en carne viva. Estaba harta de ser tan única. La única que se ocupaba de que el mundo girara debidamente.

Hay un capítulo en cuestión que me ha sorprendido bastante, ya que he podido vislumbrar un poco de la "Auri mala" y no me lo esperaba. Siempre desprende tanta delicadeza y pureza que verla enfadada me ha trastocado un poco.

Además, en este relato se nos aclara una de las dudas que Kvothe tiene sobre Auri. Aunque claro, al terminar, seguimos sin saber la verdadera historia de la protagonista, a pesar de saber un poquito más de ella.

La música del silencio es un relato que me ha sorprendido doblemente: primero porque no era lo que yo esperaba y después porque, a pesar de lo raro que es, me ha encantado. Lo recomiendo muchísimo, sobretodo a los lectores de Crónica del asesino de reyes.