Aquel último verano de Susana Herrero

Título original: Aquel último verano (2019)

Autora: Susanna Herrero
Saga: Cabana #1/5
Género: Romántica
Editorial: Autopublicado
Traductor: -
Edición: Junio de 2019
Nº páginas: 414 páginas

Mi puntuación: ★★★☆☆

Alex y Priscila se conocieron un verano de color verde y de canciones de los 90, cuando solo tenían ocho y cinco años, él llegó de Londres y se mudó a la casa de enfrente. Alex y Priscila se dieron su primer beso dos veranos más tarde, flotando en esas aguas que eran parte de su historia. Alex y Priscila se besaron de verdad cinco veranos después en un juego de la botella y con la noche de San Juan como telón de fondo. Alex y Priscila vivieron juntos muchísimas aventuras más. Para ella, Alex era el vecino que le enseñó a contar números y a poner colores a los veranos. Para él, Priscila era el ángel con zapatos de pompones y lazos extravagantes, la chica ingeniosa y la Reina del Desierto. Pero entonces sucedió aquello y Priscila huyó al otro lado del océano. Cuatro años después, Priscila regresa a su pueblo natal para asistir a la boda de uno de sus hermanos. Regresa a su amado Mediterráneo, al sol y al agua, pero también a… Alex. Alex, que no quiere saber nada de ella. Alex, cuyos ojos solo reflejan resentimiento y hostilidad. Alex, que continúa siendo su marido. ¿Qué fue lo que ocurrió aquel último verano?

Me enteré de la existencia de esta serie de libros justo después de la publicación del tercero y desde entonces no he dejado de verlos por todos lados y, para que negarlo, los Cabana enseguida me llamaron la atención (aunque admito que gran parte de la culpa la tiene que Jensen Ackles sea la inspiración para uno de los hermanos). 

Tampoco es que me lo pensara demasiado pues estas series con protagonistas distintos en cada libro suelen gustarme y además le sumamos que, casi siempre están protagonizadas por grupos de amigos, pero los Cabana ya son distintos pues son hermanos, así que más puntos a favor. Luego se le suma que estoy acostumbrada a que estas historias se enmarquen en el género New Adult, pero tampoco es el caso de estos libros, pues todos los Cabana son adultos (que se comporten como tal ya es otra historia). 

En orden: River, Marcos, Hugo, Adrián y Priscila, ellos son los hermanos Cabana y Aquel último verano se centra en la historia de la pequeña de la familia, quien se casó muy joven con su vecino y pocos meses después de la boda huyó a Boston y nadie (excepto Adrián) sabe por qué.

Cuatro años después, Priscila vuelve al pueble para la boda de uno de sus hermanos y es inevitable que termine cruzandose con su todavía marido, sobre todo teniendo en cuenta que ahora es un gran amigo de sus hermanos mayores.

Aquel último verano es el primer libro de una serie de cinco, en la que cada hermano protagonizará una de las historias. A estas alturas ya he leído los tres primeros (los que están publicados vaya) y no ha sido hasta los agradecimientos de este último que he sido consciente de que la autora en realidad tenía en mente un libro autoconclusivo, algo que me ha dejado muy sorprendida pues es imposible no querer saber más de estos hermanos con todo lo que ocurre y se nos explica en este primer libro. Pero centrémonos en la historia de Priscila y Alex, esos dos vecinos que al principio parecía que no se hacían demasiado caso, pero poco a poco se fueron acercando.

Susanna va intercalando capítulos del pasado con los del presente, así conoceremos la relación de Alex y Priscila desde que se conocieron con ocho y cinco años respectivamente, al mudarse él a la casa de enfrente desde Londres a la vez que sabemos como avanza su historia en el presente, cuando se reencuentran después de años separados y ambos están resentidos: ella por lo que descubrió que la llevó a huir y él porque nunca ha entendido porque de la noche a la mañana su mujer le abandonó. Y por si no fuera todo lo suficientemente complicado, también tendremos a los cuatro hermanos pululando alrededor, con sus grupos de WhatsApp y con sus bromas, intentando mediar entre ambos jóvenes como pueden pues ellos tampoco saben qué ocurrió.

La verdad, ni Priscila ni Alex permanecerán en mi memoria como grandes personajes. El Alex joven me ha parecido un prepotente, creo que el triunfar en la natación se le sube demasiado rápido a la cabeza y no ha sido hasta prácticamente el final de la historia que he sentido que empezaba a caerme medio bien y, por contra, con Priscila he empatizado desde el principio gracias a su personalidad vivaracha, pero ha sido al descubrir el motivo de su marcha que se me ha venido abajo. Que conste que entiendo su postura y tengo claro que no todo el mundo actuaría de la misma forma que yo, pero estamos hablando del que se supone que es el amor de tu vida, me cuesta creer que lo dejes marchar de buenas a primeras... O eso o que el motivo de su marcha me ha parecido un poco cogido con pinzas.

Mi parte favorita sin duda han sido los hermanos Cabana, todos ellos, pues me he quedado con muchas ganas de leer las historias de los cuatro. Como ya he dicho, me sorprende que en principio esta historia fuera autoconclusivo, por la cantidad de detalles sobre los hermanos que nos da la autora y por el protagonismo que estos mismos tienen ya en este libro. Así que creo que aún tiene más mérito Susanna se haya decidido a contarnos el resto de historias, sobre todo teniendo en cuenta (como ella bien comenta en los agradecimientos del tercer libro) que con dos de los hermanos ella misma se ha atado de pies y manos.

Tenía el pálpito de que esta historia me gustaría y sí, no me equivocaba pues lo leí en nada, pero aún y así no me pareció una historia redonda. Eso sí, tuve claro que quería saber más sobre los hermanos Cabana.