La Invasión del Tearling de Erika Johansen

Título original: The Invasion of the Tearling (2014)
Autor: Erika Johansen
Saga: La Reina del Tearling #2/3
Género: Fantasía
Editorial: Plaza & Janés

Traductor: Gemma Rovira Ortega

Primera edición: Febrero de 2017
Nº páginas: 570 páginas

Mi puntuación: ★★★★☆

Se ha hecho con el trono. Ahora tendrá que salvar a su reino. 

Una vez conquistado el trono, hay que conservarlo. Y no parece fácil. Kelsea ha decidido interrumpir el envío de esclavos al vecino reino de Mort y se ha ganado la lealtad y la admiración de su pueblo, pero también ha despertado la ira de la Reina Roja. A partir de ahora, la brutal soberana no cejará en su empeño por destruirla.
Desesperada y más sola que nunca, Kelsea deberá encontrar la manera de defender a su reino. Y eso pasa por aprender a controlar sus poderes y descubrir su conexión con Lily, quien procede de una época en la que ser mujer era casi un crimen.
Mientras el ejército invasor se acerca, Kelsea se dispone a servirse de lo que ha aprendido para asegurar el futuro del Tearling. Pero el tiempo se acaba... 

La reseña contiene SPOILER del libro anterior.

Kelsea es consciente de que con sus decisiones se ha ganado a una temible enemiga, la Reina de Mortmesne, soberana del reino vecino y que durante 17 largos años ha tenido al Tearling bajo su poder, por lo que se inicia una carrera a contrarreloj en la que nuestra protagonista y su guardia intentan minimizar los daños a la vez que se preparan para un ataque inminente por parte del ejército mort.

Las pequeñas victorias de Kelsea se verán empañadas por el creciente descontento en algunos sectores de la población, granjeándose nuevos enemigos cuando ella cree que ya se ha deshecho de alguno. Toda la magia que ya atisbamos en el primer libro sigue aumentando y Kelsea no dejará de darle vueltas a como controlarla a la vez que busca respuestas sobre la identidad de Lily, una mujer ajena a su época con la que parece que tiene una gran conexión. 

Con lo que me gustó el primer libro - reseña aquí - no podía esperar para seguir con esta historia y si el último estuviera ya publicado, sin duda me lanzaría a por el a la menor oportunidad. Me gusta el mundo que ha creado Erika Johansen aunque no tengo ni idea de como conseguirá justificarme todo lo que ya llevo leído.

Son muchas historias las que se entrecruzan en este segundo libro y aunque empiezan a aclararse ciertas cuestiones, al finalizar la lectura seguimos con gran cantidad de interrogantes y misterios de los que no logro entrever qué es lo que va a ocurrir finalmente, algo que es un gran punto a favor para la autora. 

Por ejemplo, en la reseña del primer libro os comenté que la ambientación me había trastocado un poco puesto que yo creía una cosa y luego me di cuenta de que no, que los tiros no iban por ahí... pues en este segundo libro, me ha vuelto a pasar ^^ Cuando pensaba que ya tenía localizado un lugar y época aproximados, la autora le da la vuelta a la tortilla y... nada que ver. Por lo que si, sigo sin saber dónde estoy ni en qué época aproximada pero yo feliz como una perdiz.

También comenté cuánto me gustó el personaje de Kelsea (creo que se notaba cierta admiración insana hacia ella en mi anterior reseña) y os parecerá una contradicción pero en este segundo libro su personaje no me ha gustado tanto aunque es algo que creo que le aporta valor a la historia. Que complicado todo. 

En La Invasión del Tearling, la reina Glynn sufre varios cambios, tanto físicos como psicológicos, siendo los primeros los que menos me han gustado y los segundos los que me han mantenido muy interesada en este personaje, aunque quiero presuponer que tanto unos como otros serán importantes para la historia (me doy cuenta de que en cada libro confío en que algo sea de importancia en el siguiente).

Poco queda de la niña asustada que conocimos en el primer libro. Empezamos a entrever una lucha interna por parte de Kelsea quien intenta mantenerse justa, pero la desesperación es mala amiga y al final hará mella en ella. Kelsea se dejará controlar por ese poder oscuro que alimenta su crueldad y la veremos tomar decisiones erradas siendo totalmente consciente de ello. Pero por encima de eso, prevalece su deseo de mantener a salvo a su pueblo, a costa de su vida si es necesario.

Otro cambio notable es la evolución de la relación entre la reina y el capitán de su guardia. Maza solía aprobar las decisiones de Kelsea aún y cuando creía que no eran las más acertadas. A medida que avanza el segundo libro, veremos como el capitán desaprueba cada vez más a menudo a la reina y eso solo consigue aumentar la ira de esta. Pero Maza no es el único que se da cuenta de que Kelsea está perdiendo el control, de que hay algo que poco a poco la está controlando y anulando su personalidad, dando paso a alguien mucho más cruel y con ansias de sangre. Poco a poco iremos viendo las señales que indican que la admiración que antes sentía toda la guardia de la reina está dando paso al miedo. 

Por suerte en estos libros tenemos romance pero en un plano casi inexistente porque, algo inaudito hoy en día, la protagonista sabe centrarse en lo que es realmente importante: el inminente ataque por parte de Mortmesne. 

Desde el primer libro, Kelsea se pone tontorrona cuando ve o piensa en cierto personaje pero en este segundo libro empezará a fijarse en otra persona y esa relación que vamos viendo muy de refilón me está gustando aún teniendo la corazonada de que tendrá un final trágico que no me gustará nada. Pero de momento la estoy disfrutando y eso es en gran parte porque no se le está dando mayor importancia de la que tiene.

Sabremos más de algunos personajes que ya conocimos en el primer libro, como el padre Tyler quien ha sido enviado a la Ciudadela para mediar entre la reina y la iglesia y al que cada vez se le complicarán más las cosas. Conoceremos más detalles del pasado turbulento de Maza y el gran secreto que esconde Andalie. También descubriremos la identidad del hombre guapo de la chimenea e incluso la de la Reina Roja pero ¿cómo encajan todas las piezas del puzle?
Algo que empieza a tenerme realmente intrigada es la identidad del padre de Kelsea. A pesar de que ella le pregunta a varias personas, todo el mundo se niega a darle un nombre e incluso el más peligroso de sus enemigos la observa con lástima cuanto ella se interesa por conocer su identidad. ¿Quién es el padre de Kelsea? ¿Porqué tanto misterio a su alrededor?

Y llegamos a la guinda del pastel: Lily. La historia se complica incorporando la trama de esta mujer, quien ni siquiera vive en la misma época que Kelsea pero que al parecer tiene una profunda conexión con ella.
De buenas a primeras, no entendía esa parte de la trama y los primeros capítulos centrados en ella me dejaron muy descolocada. Si es cierto que a medida que avanzas empiezas a entender porque la autora ha añadido ese hilo secundario pero Lily me ha resultado aburrida y repetitiva, aunque lo que ocurría a su alrededor iba despertando mi interés a medida que avanzaba, no he simpatizado con este personaje y eso ha hecho que gran parte de su trama me haya resultado muy densa.
Aunque el libro me ha gustado mucho, en esta ocasión no le he puesto la nota máxima por dos motivos: el cambio físico de Kelsea y el personaje de Lily. Imagino que tanto una cosa como la otra son importantes para el resto de lo que queda por contar pero ni lo uno ni lo otro termina de convencerme.

La Invasión del Tearling es una buena segunda parte, sigue manteniendo mi interés en esta historia y estoy deseando conocer el final porque tengo demasiadas preguntas a las que no soy capaz de imaginar una respuesta posible. Gran punto para la autora.