La Reina del Tearling de Erika Johansen

Título original: The Queen of the Tearling (2014)
Autor: Erika Johansen
Saga: La Reina del Tearling #1/3
Género: Fantasía
Editorial: Fantascy

Traductor: Gemma Rovira Ortega

Primera edición: Octubre de 2016
Nº páginas: 491 páginas

Mi puntuación: ★★★★★

El trono la espera, sus enemigos también.

Kelsea Glynn es la única heredera del trono del Tearling. Tras la muerte de su madre, la princesa fue criada por dos fieles sirvientes en una cabaña oculta en los bosques. Durante casi dos décadas, el tío de Kelsea ha ejercido la regencia, pero no es más que el títere corrupto de la Reina Roja, la taimada y despótica hechicera que ostenta el poder en el feudo colindante de Mortmesne.
El día que Kelsea cumple diecinueve años, los maltrechos restos de la guardia de la reina acuden para sacar a la joven de la clandestinidad y escoltarla hasta la capital.
Así empieza el turbulento viaje de Kelsea al corazón del Tearling para reclamar su trono, ganar la lealtad del pueblo, y rescatar su reino de la corrupción y de la magia oscura.
Armada con una voluntad de acero, la joven se someterá a una auténtica prueba de fuego que puede convertirla en leyenda... o destruirla.

Kelsea es la heredera del trono del Tearling y hasta ahora ha vivido escondida en un pequeña casita en el bosque junto a sus padres adoptivos Barty y Carlin. Pero al cumplir los diecinueve años debe dejar atrás todo lo que conoce y partir junto a lo que queda de la antigua guardia de la reina hacia Nueva Londres, la capital del reino, donde deberá ocupar el trono que le corresponde por sangre. 

El camino no será nada fácil pues su tío, el Regente del reino, en su desespero por matarla antes de que consiga ocupar el trono, ha contratado al Cadén, los asesinos más temidos del reino y además, los halcones mort también están al acecho para lograr matarla antes de que cumpla su objetivo.
Gracias a este viaje, Kelsea podrá empezar a familiarizarse con sus guardias, quienes velarán por su vida de ahora en adelante, a la vez que va viendo por si misma el estado en el que se encuentra su reino aunque no será hasta su llegada a la capital cuando descubra, horrorizada, el gran secreto que todo el mundo le ha escondido.

No se por donde empezar a explicar cuanto me ha gustado este libro. Hacía tiempo que no sentía la necesidad de sacar tiempo de donde fuera para poder leer tranquilamente, con calma, saboreando cada página y atenta a cualquier detalle que la autora pudiera dejar caer de pasada. Erika Johansen ha conseguido eso y mucho más: la historia me ha atrapado por completo, ha despertado mi curiosidad, me ha hecho cavilar y crear teorías, estar atenta a los pequeños detalles que soltaba y que pudieran significar algo más adelante y, por encima de todo, ha creado una protagonista con la que yo me quito el sombrero. Pero vayamos por partes.

Para empezar, me parece un error que en la contraportada se compare este libro con Juego de Tronos y Los Juegos del Hambre. No veo que tiene que ver el tocino con la velocidad. Sinceramente me parece un intento erróneo de llamar la atención puesto que La Reina del Tearling no tiene nada que ver ni con el uno ni con el otro y si los dos siguientes libros siguen la estela de este primero, la historia de Kelsea es perfectamente capaz de llamar la atención por si sola, sin comparaciones innecesarias que no vienen a cuento.

Este primer tomo está dividido en tres libros repartidos a su vez en 14 capítulos encabezados por extractos de libros escritos posteriormente por historiadores del Tearling. Os podéis hacer una idea de que con tan pocos capítulos en 491 páginas estos no son precisamente cortos, pero la autora se las ha ingeniado para que no resulten pesados.

En fantasía el primer libro de una saga suele darme miedo ya que a menudo pecan de introductorios, de limitarse a "introducirnos" en la historia y el reino pero la autora ha utilizado un recurso que me gusta: a pesar de que la mayor parte de la historia nos es contada por Kelsea se incluyen partes en las que terceras personas le amplían los conocimientos que ella tiene sobre su reino. De esta manera se consigue incorporar la información al relato de manera natural y sin colapsar al lector con un montón de información si no que esta se va racionando a lo largo de todo el libro.
La Reina del Tearling encierra muchos misterios, la reina Kelsea no contará con un solo enemigo y pronto se dará cuenta de que Barty y Carlin, por algún motivo que desconoce, han obviado mucha información sobre el reinado de su madre. Kelsea pronto se dará cuenta de que su madre está muy lejos de ser la gran reina que ella pensaba. De ahí que constantemente tanto la reina como nosotros necesitemos aclaraciones sobre la historia pasada del reino, por lo que se agradece que la autora se haya esforzado en darla en pequeñas dosis.

Teniendo en cuenta la ambientación del libro, en un primer momento situé esta historia en una época medieval y en un mundo desconocido pero cuanto más avanzaba, más referencias conocidas encontraba por lo que cada vez estaba más intrigada, dándome cuenta de que había errado el tiro y que realmente no tenía una idea nada clara ni de la época ni del lugar (para los que tengáis curiosidad, este misterio se soluciona con una rápida investigación en internet).
Al contrario de lo que me habría pasado con cualquier otro libro, que la autora no haya dado detalles claros sobre esto no me ha molestado en absoluto. Si que me ha tenido un poco mosca al darme cuenta de que los tiros no iban por donde yo pensaba pero, lejos de sentirme perdida, ha hecho que la historia cobrara aún más interés ya que tengo el palpito de que esto será de gran importancia para lo que seguirá (veréis que luego no tendrá nada que ver y me quedaré con un palmo de narices).

El gran punto a favor de este libro es su protagonista, Kelsea Glynn. Al contrario de lo que estamos acostumbrados, no es una preciosidad con cintura de avispa si no todo lo contrario. Dejando de lado unos hermosos ojos verdes y rasgados, la protagonista es más bien anodina y regordeta, feucha según a quien le preguntes. Ya era hora de que tuviéramos una protagonista así y no solo porque no todas somos hermosuras y no sea normal que en todos los libros todos los protagonistas sean de buen ver, no. El añadido es que Kelsea logrará destacar por lo que realmente es: una mujer inteligente, valiente, con mucho carácter y dispuesta a dar la vida por su reino. Una Reina Verdadera.
Barty y Carlin no la adoptaron solo para protegerla sino que su meta final era ofrecerle una educación y unos valores que le permitieran ser la reina que el Tearling necesita. Aunque me sorprendió que le hubieran ocultado información sobre la historia más reciente del reino y la poca formación que Kelsea confirma haber recibido en política, verla en acción me ha hecho ver que sus padres adoptivos se centraron en lo realmente importante: inculcarle unos valores muy claros, nutrir su inteligencia de manera que Kelsea sea capaz de reflexionar y escoger entre todas las posibilidades posibles la que ella cree que es más justa (no en vano uno de sus guardias le dice en una ocasión que es fascinante observarla mientras piensa, que casi se puede ver como todos los engranajes encajan en su cerebro).
A pesar de que a menudo la ven como una niña y que incluso ella se siente como tal, Kelsea conquista a todo el mundo con su buen hacer y con su sentido de la justicia, manteniéndose firme en sus creencias además de imponerse o delegar cuando es necesario.

Por suerte Kelsea no estará sola frente a todos sus enemigos, que no son pocos: la Reina de Mortmesne, el reino vecino que tiene subyugado al Tearling; su tío el Regente que no está nada contento con la perdida de poder y todo lo que esto acarrea y Arlen Thorne, un ciudadano de su reino que no estará nada contento con sus decisiones.
Kelsea cuenta con la antigua guardia de su madre quienes permanecen fieles a ella, de los que destacan Maza como el líder y Pen quien terminará siendo su guardaespaldas directo. Poco a poco y como consecuencia de sus decisiones, Kelsea conseguirá ir aumentando sus aliados, consiguiendo a personas que estoy segura que serán muy importantes a lo largo de la historia.
Pero seguramente su aliado más importante sea el Traedor, ladrón enmascarado que lleva años haciendo mella en las riquezas de los nobles y del que nadie conoce la identidad.

Por si todo lo que os he contado no fuera suficiente, no debemos olvidar que este es un libro de fantasía por lo que tendremos un añadido mágico que va in crescendo a lo largo de toda la historia. Desde la Reina de Mortmesne de quien todo el mundo dice que es una bruja que lleva más de cien años en el poder y no envejece, pasando por el misterioso collar que Kelsea posee desde que nació y que parece cobrar vida en ciertas ocasiones, hasta los sueños y visiones que ciertos personajes tienen cada vez más a menudo.
No quiero terminar esta reseña sin nombrar algo muy importante para Kelsea: los libros. En la pequeña casita Kelsea disponía de una biblioteca privada de la que ha disfrutado toda su vida, pero al llegar a la Ciudadela se ve privada de ellos. Es entonces cuando Kelsea nos va contando que es una posesión menospreciada, de poco valor y que hay muy pocos ejemplares disponibles, algo que ella espera cambiar en su reinado puesto que los considera una gran fuente de información.

La Reina del Tearling es, por muchos motivos que no voy a repetir aquí, mi mejor lectura de este año hasta el momento y estoy segura de que a final de año estará dentro de mi Top Ten de mejores lecturas. Estoy deseando tener La Invasión del Tearling entre mis manos para poder seguir con esta historia y tengo mucha fe en que este primer libro no estará solo entre mis favoritos.