La casa entre los cactus de Paul Pen

Título original: La casa entre los cactus (2017)
Autor: Paul Pen
Saga: -
Género: Thriller
Editorial: Plaza & Janés

Traductor: -

Primera edición: Junio de 2017
Nº páginas: 358 páginas

Mi puntuación: ★★★★★

Elmer y Rose han creado una familia perfecta entre los enormes cactus de un remoto paisaje desértico, un hogar lleno de amor para sus cinco hijas, todas con nombres de flor: Edelweiss, Iris, Melissa, Dahlia y Daisy.
Pero la inesperada llegada de Rick, un excursionista en busca de refugio, revoluciona a las hermanas. Y cuando Elmer y Rose descubren que el muchacho no es quien dice ser, el enfrentamiento que librarán -una lucha entre la verdad y la mentira, la justicia y el crimen- destapará terribles secretos que cambiarán para siempre la vida de todos ellos...

Una rápida nota nos sitúa en el Desierto de Baja California, México en algún momento de los años sesenta justo antes de iniciarnos en la lectura donde el primer capítulo ya se nos presenta a Rose y Elmer en una escena que tiene que ser una pesadilla para cualquier padre: Melissa, su tercera hija, no está en su cama en mitad de la noche y Rose sufre creyendo que alguien ha podido llevársela. Pero no, Melissa ha salido de la casa y está en el terreno hablando con los cactus. 

La familia consta de los padres, Rose y Elmer y sus cinco hijas: Edelweiss era la mayor y en este momento contaría dieciocho años si no hubiera fallecido un año atrás. Iris es la soñadora, con dieciséis años es una ávida lectora de literatura romántica y sueña con encontrar ese amor que vive a través de sus lecturas. Melissa es la más taciturna de las hermanas, a sus trece años tiene como amigos a los cactus que rodean su casa y unas cuántas piedras que ha seleccionado cuidadosamente por alguna hendidura o bulto que recuerde un rasgo facial. Ella misma las dota de ojos que ha recortado de alguna revista y les añade bocas con un poco de pintura. Por último están las gemelas Dahlia y Daisy a las cuáles les encanta colorear con cuentas los dibujos que les hace Melissa y uno de sus mayores entretenimientos es hacerlo todo igual e intentar engañar a la familia para que no sepan quién es quién.

Los personajes, tanto la familia como el que aparecerá después, están perfectamente caracterizados, con personalidades totalmente definidas y coherentes y todos los actos y decisiones que lleven a cabo estarán claramente marcados por estas.

A través de un narrador omnisciente, empezaremos la historia viendo el día a día de esta familia que se adora pero en la que existen pequeños roces que saltan a la vista, motivados por un único motivo: el vivir en medio del desierto, apartados del resto del mundo, es algo que disgusta e influye notablemente en las personalidades de las dos hermanas mayores.

Asistimos al último día en el que Socorro, una lugareña, se desplaza hasta la casa perdida en medio del desierto para darle clases a las chicas y en ese momento ya hay un detalle relacionado con las gemelas que llama la atención del lector.

Poco después entra en escena Rick, un excursionista que dice llevar muchos días en camino y que, pese a la reticencia inicial de Rose, logra que la familia lo invite a cenar e incluso a pasar la noche en una de las camionetas que tienen aparcadas fuera de la casa. Pero esa misma noche nos daremos cuenta de que Rick no es quién dice ser pues está omitiendo el verdadero motivo de su visita.

Descubrí a Paul Pen con su primer libro El brillo de las luciérnagas (reseña aquí), lectura que adoré y que recomiendo siempre que puedo a todo amante del thriller psicológico, así que os podéis hacer una idea de mi alegría cuando me enteré que acababa de publicar un nuevo libro de la mano de Plaza&Janés. 

Aunque esta historia es completamente distinta a la anterior hay ciertos puntos que el autor logra mantener: a través de Iris y Melissa, Pen consigue transmitirnos esa sensación de asfixia y de encierro que sienten las dos chicas al estar alejadas del mundo, al no tener a nadie más con quien hablar. Aunque en alguna ocasión se les permita ir al pueblo junto a su padre (siempre de una en una), allí todo el mundo habla español por lo que tampoco pueden hacerse entender.

No es de extrañar que la llegada de Rick abra todo un mundo para ellas, aunque de maneras completamente distintas: para Melissa significa alguien de carne y hueso con quien hablar, que le pueda contar cosas del exterior y así imaginar lugares distintos al paisaje yermo al que está acostumbrada. Para Iris, Rick significa poder dar rienda suelta a sus hormonas, a sus sueños de encontrar al amor de su vida y de poder entender esos cambios en su cuerpo que el chico provoca.

Mezclados con el anhelo de las dos hermanas mayores porque Rick se quede más tiempo y poder disfrutar de algo ajeno a su vida diaria, tendremos los tejemanejes del joven por lograr que la familia lo deje permanecer junto a ellos un poco más y las prisas de Rose y Elmer porque el chico se vaya cuanto antes. Es inevitable preguntarse por qué tanto interés del chico por quedarse y de los mayores porque este se vaya. ¿Qué esconden todos juntos?

En un rápido giro de los acontecimientos, nos veremos venir cuál es el gran secreto que se esconde entre los cactus y las piedras del desierto pero aunque pueda parecer que esta revelación llega demasiado temprano para nada le quita interés a la historia. Es a partir de ese momento cuando asistimos a la verdadera historia: cuando los personajes tienen que decidir qué hacer con la información que poseen.

Si no habéis leído nada de este autor, os lo recomiendo muchísimo. Tiene ese algo que te mantiene pegada al libro hasta que lo terminas, aunque en esta ocasión el secreto en sí se nos deje entrever algo pronto, se mantiene la necesidad de saber qué hará cada personaje con lo que ha descubierto hasta el momento.