Ya nada es igual de Lisa de Jong

Título original: Changing forever (2014)
Autora: Lisa de Jong
Saga: Lluvia en el corazón #2/3
Género: New adult, Drama
Editorial: Titania
Traductora: María Julia Mancera Priego
Edición: Junio de 2017
Nº páginas: 288 páginas
Mi puntuación: ★★★☆☆

Siempre he dejado que el pasado dicte mi futuro, que cree una imagen falsa de lo que no soy y me arrastre hacia donde no quiero ir.
Drake Chambers es tan arrogante y cabezota como yo. Al ser quarterback en el equipo de la universidad, una estrella nacional, creí que sería uno más de esos chicos... de los que toda chica en su sano juicio debería huir. Pero no es así. Sobre sus hombros lleva algo más que el peso del fútbol y, además, ha logrado descifrar mis sentimientos y creencias más profundas.
Creí que lo tendríamos muy fácil. Dos personas que se quieren y que han encontrado, por fin, su final feliz, pero el pasado siempre busca la manera de colarse en el presente... y de estropearlo todo.
Porque, a veces, una simple decisión te cambia la vida para siempre. Y ya nada vuelve a ser igual.

Emery acaba de llegar a la Universidad para empezar su primer año cuando se da de bruces con el pecho de Drake Chambers. El musculoso, desnudo y perfecto torso del quarterback de la Universidad. Emery está embelesada con este chico pero el encanto desaparece en cuanto él abre la boca y ella automáticamente lo encasilla como chulo y vanidoso, el típico chico que solo busca chicas para llevárselas a la cama y despacharlas después. Y ella no es ese tipo de chica.

Pero estos dos coinciden en la clase de Oratoria y, casualidades del destino, terminarán como pareja para realizar un trabajo que se alargará durante todo el semestre.

En 2015 leí el primer libro de esta serie Cada vez que llueve, y de hecho es una de las primeras reseñas del blog que podéis ver aquí (no me la tengáis en cuenta, ya os digo que es de las primeras y sinceramente espero haber mejorado algo desde entonces xD). Lo que recuerdo de ese primer libro es que me encantó pese a tener grandes cantidades de drama (os comento esto porque tengo la sensación de que soy de las únicas a las que les gustó ese libro). 

En ese primer libro conocíamos a Kate, quien estaba traumatizada por algo que le ocurrió y que conocía a alguien que la ayudaba a salir a flote. Aunque luego la historia se torcía más y más y más, dándonos una historia de esas que te hacen llorar a mares pero que a la vez tenía momentos preciosos que me llegaron al corazón.

Creo que ese primer libro ha jugado muy en mi contra de cara a esta nueva lectura. Como digo, la historia me pareció bien contada, los personajes bien perfilados y en general fue un libro que me dejó muy buenas sensaciones. Justo todo lo que no he encontrado en Ya nada es igual.

De entrada tenemos a dos protagonistas marcados por su pasado: a Emery su madre la abandonó con 4 años y da a entender que eso ha hecho que se encerrara en si misma, sin embargo no tiene problemas para hacer amistad con su compañera de habitación Kate (y sí, la Kate del primer libro) o con Drake, aunque sea una relación de idas y venidas. 

Drake perdió a su padre con 11 años en un accidente de coche, su madre cayó en una profunda depresión y el tuvo que hacerse cargo de sus hermanas pequeñas. Ha entrado en la Universidad gracias a su habilidad innata para el fútbol pero ya ni siquiera eso lo llena, tiene la sensación de que no está cumpliendo su sueño si no el de su padre. Además, el mismo Drake repite a menudo que entre los estudios, los entrenamientos y partidos y su trabajo a media jornada no tiene tiempo para nada más y se define a si mismo como un cabrón, el tipo de chico que no querría para sus hermanas. Esto me ha descentrado muchísimo pues ya desde el principio el mismo nos dice que "puede contar a las chicas con las que se ha acostado con los dedos de una mano" y constantemente lo veremos rechazar a una chica con la que se acostó el año anterior en una noche de borrachera pues ella quiere algo más y él no. ¿Eso es ser un cabrón? Por más vueltas que le he dado no logro comprender porque el personaje tiene tan mala impresión sobre si mismo.

La relación entre los dos protagonistas tampoco terminó de convencerme. Llega un punto en el que Emery se da cuenta de que quizá Drake no es como ella pensaba y está dispuesta a darle una oportunidad pues el chico le gusta pero aquí mi gran problema es él. A pesar de sentirse atraído por ella, no hace más que dar un paso adelante para acto seguido dar dos hacia atrás y los motivos que pone de excusa no me han parecido para nada válidos.

Lo que más me gusta de este tipo de historias es el tira y afloja entre la pareja principal, ver como la tensión sexual va creciendo hasta que finalmente se rinden y dan inicio a la relación pero en este libro creo que no se ha tratado nada bien toda esta parte, pues no he entendido en ningún momento las reticencias de Drake. Como os digo, él se tiene a sí mismo por un mal chico pero es que en ningún momento vemos eso. 

En parte se podría explicar porque el se ve en la necesidad de trabajar y ayudar a su familia pero, otra vez, no es algo que veamos realmente que afecte a su vida más allá de que el lo dice. Es más, se queja de que tiene muy poco tiempo pero luego se pasa los domingos durmiendo... es todo un poco sin sentido.

Aunque esta historia gira en torno a Drake y Emery, Kate y Beau (personajes de Cada vez que llueve) estarán muy presentes en ella, sobretodo Kate al ser la compañera de habitación de Emery. Me gusta cuando en este tipo de series recuperamos a las anteriores parejas pues de esta manera vamos viendo, aunque sea de lejos, como les va pero en este libro no ha sido así. No he sido capaz de reconocer a la Kate del primer libro. Cierto que en la anterior historia ella estaba deprimida y que poco a poco fue evolucionando y vimos un gran cambio en el personaje pero ha habido muy pocos detalles que me hayan hecho pensar en la protagonista del primer libro (su fobia a las fiestas, que diga que le encanta cuando llueve; este último rompió mi corazoncito).

Ya sabéis que estas historias suelen seguir el mismo guión: chico-chica se conocen, se atraen/se enamoran/se acuestan, inician una relación y más tarde o más temprano alguien (ellos mismo o alguien ajeno a la pareja) les pone alguna traba y la relación se rompe. De nuevo esta es otra parte que no me ha gustado de este libro, primero por el egoísmo de Drake y segundo por lo fácilmente que Emery lo perdona. No quiero deciros más por no haceros spoiler pero en líneas generales no me ha parecido una novela bien trabajada o documentada, es de esas pocas veces en las que me han faltado páginas pues creo que si la autora se hubiera extendido más, si se hubiera tomado las cosas con más calma, el resultado habría sido mejor.

Aunque Cada vez que llueve fue una historia que me encantó, de esas que te roban el corazón, lo estrujan, lo tiran al suelo y lo patean lejos, no puedo decir lo mismo de Ya nada es igual, de entrada los personajes no me han convencido y la historia me ha parecido muy apresurada y llena de huecos que no tendrían que estar ahí.