El portal de los obeliscos de N.K. Jemisin

Título original: The Obelisk Gate (2016)
Autora: N.K. Jemisin
Saga: La Tierra Fragmentada #2/3
Género: Fantasía, Ciencia ficción 
Editorial: Ediciones Nova
Traductor: David Tejera Expósito
Primera edición: Enero de 2018
Nº páginas: 400 páginas
Mi puntuación: ★★★★☆

Toda era tiene que llegar a su fin.

Ha dado comienzo una estación de desenlaces.
Empieza con una gran grieta roja que recorre las entrañas del único continente del planeta, una grieta que escupe una ceniza que oculta la luz del sol.
Empieza con la muerte, con un hijo asesinado y una hija perdida.
Empieza con una traición, con heridas latentes que comienzan a supurar.
El lugar es la Quietud, un continente acostumbrado a la catástrofe en el que la energía de la tierra se utiliza como arma. Y en el que no hay lugar para la misericordia.

N.K. Jemisin ha logrado ser la primera persona en ganar tres premios Hugo a la mejor novela consecutivos gracias a su trilogía La Tierra Fragmentada de la cuál hoy os traigo la segunda parte y estoy de enhorabuena pues he conseguido publicar la opinión el mismo día que la tercera y última parte llega a las librerías.

Si recordáis mi opinión del primer libro (aquí) sabréis que por primera vez en mi vida tenía toda la reseña pensada en mi cabeza cuando la autora le dio tal vuelco a la historia que me dejó sin palabras, sin saber qué contaros pues cualquier nimiedad que pudiera decir se habría considerado spoiler. Tras el giro del primer libro, la historia no hace si no mejorar en esta segunda parte.

Echemos la vista atrás: Jemisin nos adentra en una sociedad (que perfectamente puede ser la nuestra dentro de miles de años) en la que existe una nueva especie: los orogenes, humanos que cuentan con unas glándulas en la nuca que les permiten sesapinar e intervenir en los acontecimientos sísmicos manipulando las energías que tienen que ver con estos. Por ejemplo, los orogenes son capaces de provocar o detener terremotos o de congelar un pueblo entero junto a todos sus habitantes, como ya vimos en el primer libro. 
El problema con los orogenes es que no todos son capaces de controlar su poder, la ira o el miedo les descontrolan a menudo y eso puede suponer la pérdida de muchas vidas, lo que tiene una consecuencia directa, el miedo que los táticos (nombre que le dan los orogenes a quienes carecen de orogenia) sienten por ellos, llegando a matarlos en cuanto descubren a uno.

En esta ocasión seguiremos a dos personajes: retomamos a Essun del libro anterior y conocemos finalmente a su hija Nassun. Echando la vista atrás, os recordaré que empezamos el primer libro con Essun abandonando Tirimo en busca de su marido Jija, quién se ha llevado a Nassun, la hija de ambos, tras matar a Uche, su hijo pequeño, al descubrir que este es un orogen.
Essun se encuentra en Castrima, una comunidad que ha superado el inicio de la estación gracias a que se encuentra bajo tierra y que está provista de luz y aire limpio gracias a un complejo sistema de piedras, parecidas a pequeños obeliscos. En Castrima también se encuentra Alabastro o lo que queda de él, personaje que ya conocimos en el primer libro.
Con Nassun en cambio, sabremos rápidamente como ha sobrevivido al viaje con su padre hasta llegar a Luna Hallada, dónde encontrará a otros niños orogen y conocerá a Schaffa, personaje a quién también recuperamos del primer libro. 

Como mencioné en la reseña del primer libro, estos libros tienen la particularidad de estar narrados en segunda persona, lo que de entrada puede provocar que la lectura se haga un poco cuesta arriba... si no os veis capaces de superar este pequeño escollo, claramente estos libros no son para vosotros pues todo, absolutamente todo el mundo que crea Jemisin está pensado para hacernos sentir incómodos: desde el rechazo a lo orogenes hasta la existencia y prácticas de los comepiedras, pasando por la historia de todos los personajes que aparecen, incluyendo el rumbo que tomarán las vidas de Essun y Nassun, dejando entrever un fuerte conflicto entre madre e hija en el tercer y último libro.

Siento ser tan escueta, pero ya sabemos todos que las segundas partes suelen preparar el terreno para el gran final y oh... os aseguro que Jemisin ha dado muchísima información en este tomo, que por cierto, no se hace nada pesado como suele ocurrir con las segundas partes. Los obeliscos cobran cada vez más importancia y finalmente sabremos el por qué de la obsesión de Alabastro con que Essun consiga controlarlos... motivo que puede poner fin a las estaciones que están asolando el planeta cada cierto tiempo.

De nuevo, y en pocos días, vuelvo a hablaros de otra historia que no recomiendo para todo el mundo. Si sois amantes de la fantasía y la ciencia ficción, estoy segura de que, con un poco de paciencia para haceros a la narración en segunda persona, estos libros os encantarán. Yo ya tengo el tercero en mis manos y espero poder ponerme con él en breve (si los exámenes me dejan respirar, claro).