Las Siete Hermanas. La historia de Maia de Lucinda Riley

Título original: The Seven Sisters (2016)
Autora: Lucinda Riley
Saga: Las Siete Hermanas #1/8
Género: Contemporánea
Editorial: Plaza & Janés
Traductor: Sheila Espinosa Arribas y Matuca Fernández de Villavicencio
Primera edición: Abril de 2016
Nº páginas: 557 páginas
Mi puntuación: ★★★★★

Maia D'Apliese y sus hermanas regresan a la impresionante mansión familiar donde crecieron al descubrir que su adorado padre, que las adoptó en distintos lugares cuando no eran más que bebés, acaba de fallecer. Cada una recibe un sobre que contiene una prometedora pista sobre su origen. A Maia, la mayor de las hermanas y nuestra protagonista, la suya le lleva a una casa en ruinas en Río de Janeiro. Allí comenzará a recomponer las piezas de su historia.

Ochenta años antes, en la Belle Époque de Río de Janeiro, el padre de Izabela Bonifacio aspira a que su hija se case con un aristócrata. Por su lado, el arquitecto Heitor da Silva Costa trabaja en la concepción de una inmensa estatua que se llamará el Cristo Redentor, y su búsqueda del escultor idóneo para llevar a cabo tan ambiciosa obra lo conduce hasta París. Apasionada y deseosa de conocer mundo, Izabela convence a su padre para que la deje acompañarlo a París antes de casarse. Allí, entre el estudio de Paul Landowski y los bulliciosos cafés de Montparnasse, Izabela conocerá al ambicioso y joven escultor Laurent Brouilly, y sabrá desde el primer instante que su vida ha cambiado para siempre.

Pa Salt acaba de morir dejando huérfanas a sus seis hijas adoptivas. Aunque Maia, la mayor de todas, es la única que ha permanecido viviendo junto a su padre, en el momento de su muerte las seis chicas se encontraban todas fuera de Atlantis, lugar de residencia de la familia. 

A lo largo de los días siguientes a la muerte de Pa Salt, las hermanas van llegando a la residencia familiar a cuentagotas, dándonos la oportunidad de conocerlas por separado y darnos cuenta de lo muy distintas que son entre ellas. Todas llegaron un buen día a Atlantis siendo bebés y de la mano de Pa Salt, quien las fue nombrando como las estrellas de su cúmulo favorito, las Siete Hermanas: Maia, Ally (Alción), Star (Astérope), CeCe (Celeno), Tiggy (Taygeta) y Electra. De ahí que las hermanas siempre pensaran que terminarían siendo siete, pero Mérope, la que habría completado el cúmulo de estrellas, nunca llegó.

Justo después de la muerte de Pa Salt, aparece en el jardín una esfera armilar con siete aros, uno por cada hermana, con una inscripción en griego más las coordenadas que indican donde las encontró Pa Salt exactamente. Esto, sumado a las cartas que el abogado de la familia les da, permitirán a las hermanas investigar sus orígenes si así lo desean.

Parece mentira lo rápido que se me olvida cuánto disfruto de este tipo de historias que mezclan tramas de pasado y presente y que tienen mucha relación entre ellas. La historia de Maia ha pasado a ser una de mis mejores lecturas de este año y no creo equivocarme si anticipo que me ocurrirá lo mismo con las historias de Ally y Star, ambas ya publicadas y en mi estantería esperando su turno (que os digo ya que será en breve). 

Este primer libro encierra muchos misterios en relación a esta peculiar familia: de entrada tenemos a Pa Salt que, a pesar de conocerlo solo por lo que nos cuentan sus hijas, salta a la vista que es un hombre muy misterioso al que ni siquiera ellas conocían del todo bien. Y es que un hombre soltero que adopta a seis niñas de distintas partes del mundo ya llama la atención de por sí. Pero incluso a su muerte, Pa Salt sigue siendo misterioso dejando estipulado que quiere que lo entierren en medio del mar y que ninguna de sus hijas puede estar presente. Sin duda, es el personaje que más me ha llamado la atención de todos y con ciertos detalles de este primer libro me he hecho una idea que espero confirmar o deshechar en los siguientes.

Luego están las hermanas, tan distintas entre sí que es obvio que no comparten lazos de sangre y no me refiero tan solo a su aspecto físico si no que sus caracteres son completamente opuestos entre ellas. Pero este primer libro se centra en Maia, la mayor, la primera en llegar a Atlantis y la más sensata y tranquila de todas. 

Traductora de profesión y por tanto, pudiendo trabajar desde casa, Maia ha permanecido viviendo en Atlantis, en el Pabellón que se encuentra dentro de la propiedad de su padre. Quizá la más afectada por la muerte y decisiones de su padre, la vemos mantener la entereza por el bien de sus hermanas, puesto que si ella se derrumba, sabe perfectamente que otras la seguirán.

Maia ha sido un personaje que me ha gustado muchísimo, un hecho de su pasado la marcó de tal manera que se volvió taciturna, se cerró en su pequeña burbuja y es bastante reacia a salir de ella. Hasta que después de leer la carta que le ha dejado su padre junto a otro obsequio que no termina de entender, ocurre algo relacionado con ese pasado que la hizo encerrarse y Maia decide huir a Río de Janeiro e investigar sus orígenes.

A su llegada a Río y ayudada por Florencio, un escritor al que le acaba de traducir un libro al francés, Maia intentará acercarse a la casa que está justo en las coordenadas que le dejó su padre y a la señora mayor que vive en ella. Es a partir de aquí cuando el libro da un salto a 1928 para que podamos conocer la historia de Izabela Rosa Bonifacio, hija de un acaudalado cafetero que solo quería ascender en la escala social de Río de esa época.

En la trama del pasado he tenido más problemas con los personajes puesto que, dadas las costumbres de la época, ha habido muchos comportamientos con los que no he estado de acuerdo y ha habido personajes como por ejemplo Luiza, que directamente me han caído mal. Pero aún y así, tanto la historia de Maia como la de Izabela me han parecido muy bonitas y me he visto buscando cualquier momento para poder retomar el libro.

Este tipo de libros que mezclan dos tramas en distintas épocas me suelen gustar, pero en alguna ocasión me han resultado algo pesados porque una de las dos historias termina cobrando más fuerza y es la que realmente te atrapa, dejando en segundo lugar a la otra. No es el caso de Las Siete Hermanas, como ya he dicho, solo con Pa Salt el presente tiene suficientes misterios como para mantenerme interesada, además de que ansiaba ver un cambio en Maia. Pero la historia de Izabela tampoco se queda atrás, también deseaba ver un cambio en ella pero dada la época en la que transcurre su historia, me hice rápidamente a la idea de como terminaría su historia. 

Aún y así, la historia de Izabela tiene el añadido de transcurrir durante un hecho histórico en Río: la construcción de la estatua del Cristo Redentor la estatua de Jesús de Nazaret de 30 metros que se alza en el Cerro del Corcovado y que se considera una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno. Sus principales constructores, Heitor da Silva y Paul Landowski también aparecen en el libro y seguiremos la construcción de dicha estatua casi desde sus inicios y hasta el final.  

En definitiva, Las Siete Hermanas es un inicio de serie fuerte me ha mantenido pegada a sus páginas y me deja deseando coger el siguiente para descubrir la historia de Ally. Lo recomiendo muchísimo, sobretodo a quién le guste la romántica, los libros con tramas en distintas épocas o los secretos familiares.