Trece historias de Paul Pen

Título original: Trece historias

Autor: Paul Pen
Saga: Trece historias #1-#13/13
Género: Relatos
Editorial: Paul Pen
Traductor: -
Edición: Septiembre a noviembre de 2015
Nº páginas total: 416 páginas
Mi puntuación media: ★★★★☆

‘TRECE HISTORIAS’ supone mi primera colección de relatos, trece cuentos en los que he podido escribir sobre muchos de mis temas favoritos: los viajes en el tiempo, la venganza, la obsesión, los experimentos anatómicos, la soledad, los freak shows… Finales inesperados, emociones intensas y personajes únicos, conforman esta colección.

Pen, Paul (03 de septiembre de 2015) 'Trece historias', mi nueva colección de relatos. El (antiguo) blog de Paul Pen

http://blog.paulpen.com/?p=399

    Hacía tiempo que quería leer estos relatos escritos por Paul Pen en 2015 pero nunca terminaba de animarme, en parte porque me molestaba un poco que no existiera una antología recopilatoria, lo que te obliga a comprar un nuevo libro cada 20 y pocas páginas por lo que no deja de ser una buena idea tirar de Kindle Unlimited para leerlos, de otra manera los 13 relatos terminan saliendo por un pico. 

    Empezamos con La noria que se ha convertido en uno de mis favoritos contra todo pronóstico puesto que cuenta con una temática que no suele encantarme. Nuestra protagonista trabaja en la noria de la feria. Mientras se ocupa de las reparaciones necesarias para ponerla en funcionamiento una vez más, nos va contando como a los 18 años tomó la peor decisión de su vida cuando cegada de amor aceptó casarse con el chico de la noria, con quien había mantenido un idilio el verano anterior. Repentinamente se verá transportada a esa noche cuando ella solo contaba con 18 años y llegó a la feria para reencontrarse con su gran amor y hará todo lo posible para cambiar su futuro, al menos al de esa joven versión suya.

    Sirena de dos colas transcurre en una cafetería conocida por todos, con un narrador obsesionado con una de las camareras y haciéndonos partícipes de la rápida escalada de esa obsesión. Aunque me parece que parte de una idea muy buena, me pareció demasiado repetitivo; es de esas curiosas ocasiones en las que lo mismo que me gusta es lo mismo que terminó por disgustarme: en este caso la narración en primera persona le da mucha fuerza a la historia porque nos permite conocer la obsesión de primera mano, pero en mi opinión el relato habría sido más redondo con menos páginas; que, dicho sea de paso, tampoco me gustó el momento en el que nos deja el autor.

    En El hermano invisible tenemos a una familia preparándose para la mudanza, cuando el hijo aparece y somos conscientes de que no está para nada de acuerdo. Rápidamente la historia da un vuelco dejándonos helados y preguntándonos qué estamos presenciando realmente... hasta llegar a un final que nos deja con la boca abierta. 

    Especímenes es otro de mis favoritos presentándonos a una familia un tanto pintoresca que se enfrenta no solo al abandono por parte de la madre, si no que esta ha destapado los tejemanejes del padre, poniendo en riesgo la supervivencia de todos ellos. Ahora me parece evidente el giro final que tiene la historia, pero en su momento no lo vi venir para nada y por eso me encantó tanto.

    En estos Trece relatos los hay mejores y los hay peores, pero Canela es el que directamente no me gustó, para nada. Comentándolo con las compañeras de lectura creo que entendí mejor la finalidad del mismo, pero es que esa no fue mi percepción cuando lo leí por lo que considero que hay algo que falla.

    Best seller es el mejor con diferencia. Conocemos a una bibliotecaria gruñona a la que le hacen una devolución justo antes de cerrar y, pese a abroncar al camarero que le hace una devolución de libros y se lleva otros sin permiso, decide dejarlo todo recogido en lugar de dejarles el trabajo a sus compañeras de la mañana. Su enfado escala rápidamente al darse cuenta de que el camarero no solo devuelve los libros a última hora, si no que ha ido dejando marcas con lápiz en los libros... marcas que no tienen ningún tipo de sentido ya que ni marcan frases ni párrafos, solo letras sueltas. Me ha encantado todo en esta historia: el inicio, el desarrollo y ese gran final de infarto. 

    En una bandera plateada conocemos a dos familias mientras se preparan para presenciar un hecho histórico para el que las mujeres de la familia llevan años trabajando: se ha conseguido contactar con un planeta de una lejana galaxia y en breve recibirán un mensaje de su parte, sincronizado con el que ellas han logrado enviar. A medida que se va acercando la hora señalada, ellas nos van explicando cuan complicado y caro ha sido realizar este contacto. Me ha gustado bastante el relato, aunque el final me habría gustado más de no haberse utilizado ya ese recurso.

    Vurjhant me tuvo en vilo, es de esas historias que te dan repelús pues el protagonista consigue transmitirme perfectamente lo que siente. El protagonista le tiene verdadero pánico a las agujas, por lo que no deja de ser irónico que haya terminado en un quirófano teniendo que afrontar una importante operación cerebral para la que tiene que estar despierto mientras se lleva a cabo. Otro de mis favoritos.

    El niño de porcelana ha sido otro que no ha terminado de gustarme. Conocemos al protagonista desde niño, algo totalmente necesario para entender lo que ocurre en su vida adulta, pero siento que algo no termina de encajarme entre esos dos momentos... creo que no terminé de conectar con la parte de la niñez y por eso al llegar al momento en que es adulto me era un tanto igual... sumándole a ese final de relato que no me encajó para nada.

    El apetito es un relato distópico que no me importaría para nada que el autor retomara y convirtiera en novela, pues creo que da perfectamente para una historia escalofriante. Algunas personas se ven aquejadas por una extraña enfermedad: solo pueden aplacar su apetito comiendo carne humana fresca. La protagonista observa por la ventana como algunos de los afectados rondan por la calle cuando una mujer pica a la puerta. Es una de las hambrientas que intenta convencerla para que le de a su hijo a lo que la protagonista se niega en rotundo pese a estar verdaderamente preocupada por como van a salir adelante... 

    Violeta empieza con una persecución; un investigador ha dejado escapar a uno de los sujetos de estudio y lo está ayudando a llegar al lugar donde su nave lo va a recoger. No tenía del todo claro por donde iba a ir el relato y terminó tomando los derroteros que yo me temía... No me encantó, pero tampoco me disgustó.

    La viuda me dejó bastante fría; si estoy de acuerdo con Maria de Krazy Book Obsession en que trabaja muy bien todo el tema de los prejuicios y de como juzgamos a una persona sin conocerla realmente, pero es que no conecté con la historia y el final puede ser bonito, pero me pareció muy surrealista. 

    Lo mismo para El asesino de la conciencia tranquila. La idea es buena, la ejecución me parece correcta, pero no logro sacarme de la cabeza que yo ya he visto esta historia antes; no tengo claro si en una película o en una serie de televisión y no me ha resultado para nada novedosa... 

Trece relatos es una colección de relatos que merece la pena pues sacando cuentas son muy pocos los que me han dejado indiferente o directamente no me han gustado y los relatos que me han gustado realmente merecen la pena.

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