Volverás a Alaska de Kristin Hannah

Título original: The Great Alone (2018)
Autor: Kristin Hannah
Saga: -
Género: Narrativa
Editorial: Suma de letras
Traductor: Jesús de la Torre
Edición: Febrero de 2018
Nº páginas: 553 páginas
Mi puntuación: ★★★★★

Alaska, 1974. Indómita. Impredecible. Y para una familia en crisis, la prueba definitiva.

Ernt Allbright vuelve de la guerra de Vietnam convertido en un hombre distinto. Incapaz de mantener un trabajo, toma una decisión impulsiva: toda su familia comenzará una nueva vida en la salvaje Alaska, la última frontera.
Con apenas 13 años, su hija Leni ansía encontrar su lugar en el mundo, mientras que su mujer, Cora, estaría dispuesta a cualquier cosa por el hombre al que ama, aunque eso signifique seguirle en su aventura hacia lo desconocido.
En una inhóspita y remota esquina del país, los Allbright encontrarán una pequeña comunidad de hombres aguerridos y mujeres aún más fuertes en la que labrarse un nuevo futuro. Allí, Leni tendrá que madurar muy deprisa, enfrentándose al desafío de una naturaleza desmesurada y cruel, a lo que oculta su propia familia y a la tormentosa relación de sus padres. Pero cuando el invierno llegue y el frío y la oscuridad lo invadan todo, madre e hija descubrirán que, en un entorno hostil, nadie puede salvarte más que tú mismo.

Una épica historia de amor, pérdida y supervivencia que celebra la resistencia del espíritu humano y la inquebrantable fuerza de las mujeres.

El Ruiseñor fue una de mis mejores lecturas del 2016 y desde entonces siempre había querido leer algo más de la autora. Tengo en la estantería El baile de las luciérnagas pero no ha sido hasta Volverás a Alaska que me he animado a repetir y no hay duda de que Kristin vuelve a entrar directa a mi top de mejores lecturas.

Ernt Allbright tiene una gran noticia que darles a su mujer y su hija: ha recibido una carta del padre de un antiguo compañero en la guerra de Vietnam, Bo Harlan ha muerto y le ha dejado su casa en Alaska a Ernt. Así que la familia Allbright recoge todos sus bártulos e inicia su viaje hacia una nueva vida, pero la casa en ruinas, el paisaje inhóspito y el aislamiento en su nueva vida pronto harán mella en el carácter de Ernt, sacando lo peor de él.

El libro se divide en tres partes por lo que tendremos dos saltos temporales: de 1974 a 1978 y después a 1986. Kristin Hannah nos presenta una Alaska totalmente distinta a la que conoceríamos hoy en día: sin electricidad ni calefacción, con las familias aprovechando los pocos meses de buen tiempo para recolectar y cazar todo lo que puedan y enlatarlo para poder sobrevivir al largo y oscuro invierno. Aún y con todos los peligros que acechan en la oscuridad, aún y con todo lo que puede salir mal, pronto descubrimos que para la familia Allbright el mayor peligro no está ahí fuera en la oscuridad, si no entre las cuatro paredes de su propia casa. 

Si algo destaca en este libro es la ambientación: a través de Leni conoceremos la Alaska más cruel, con los animales salvajes que acechan en la oscuridad en los crudos y oscuros inviernos, pero también la más hermosa con sus magníficos paisajes y sus hermosos atardeceres. A lo largo de todo el libro nos presenta el claro contraste que existe en esos parajes que pasan de brindartelo todo a quitartelo de un plumazo. 

Ernt, Cora y Leni componen la familia Allbright, de quienes nos iremos haciendo una clara imagen a medida que avanzamos en el libro: Cora, hija única de una familia adinerada, conoció a Ernt con tan solo dieciséis años y se quedó embarazada pero la felicidad de la pequeña familia se vio truncada cuando reclutaron a Ernt para la guerra de Vietnam, donde le dispararon y capturaron. Cuando finalmente volvió a casa ya no era el mismo que antes de marcharse: tenía horribles pesadillas, se enfadaba con facilidad y no era capaz de conservar ningún trabajo por lo que la familia empezó a mudarse una y otra vez. Es fácil hacerse una idea de la parte importante de este libro por lo que sí, no parece demasiado inteligente por parte de Cora el aceptar mudarse a Alaska, donde los inviernos son tan largos y oscuros, cuando la família apenas puede salir de casa y puede llegar a sentirse encarcelada entre las cuatro paredes de su hogar... pero Cora es un personaje con el que difícilmente se puede empatizar, toma todas esas decisiones que nos gustaría pensar que nosotros no tomaríamos de estar en su lugar y en varias ocasiones resulta muy egoísta, cargando sin darse cuenta toda la culpa a Leni. Pese a eso, la relación madre-hija es una de las más bonitas que he visto desde hace mucho tiempo, han estado mucho tiempo solas por lo que lo darían todo por la otra sin dudar. Quizá por eso es aún más difícil entender a Cora en ciertos momentos.

A Leni en cambio es mucho más fácil comprenderla, ella es consciente de que hay algo no va bien con su padre pero comparte la esperanza de su madre... hasta que llegan a Alaska, dónde la pequeña cabaña no puede seguir ocultando la gravedad de la situación. Leni es consciente de que la cercanía de su padre con el loco Earl, padre del desaparecido Bo, no hace más que aumentar las paranoias de Ernt el cual, lejos de acercar a su familia a la comunidad, no hace más que alejarlas y aislarlas cada vez más con el paso de los años. Leni es el rayo de luz en la familia Allbright pero veremos como toda su vida se ve truncada por culpa de sus padres. 

Pero en este libro no solo conoceremos a la familia Allbright si no que contamos con otras presencias importantes. Tom y Matthew Walker, Marge la Grande, la familia Harlan... todos mostrarán a los Allbright que en Alaska lo más importante es el apoyo de la comunidad, se ayudan unos a otros para lograr sobrevivir a los largos y duros inviernos. Los habitantes de Kaneq serán importantes en la vida de Leni y un gran apoyo para todo lo que le espera en el futuro. Las Allbright no son las únicas "nuevas" en Kaneq, la mayoría de sus habitantes llegó aquí huyendo de la gran ciudad o de su pasado, solo los Walker han vivido en el pequeño pueblo durante toda su vida. 

Marge la Grande y Tom y Matthew Walker serán los grandes apoyos de Leni, Marge y Tom serán la abuela y padre que le habría gustado tener y Matthew es el único chico de su edad a su llegada a Kaneq por lo que no es extraño que estos dos terminen siendo tan cercanos, mostrándonos una amistad que perdura a pesar de la distancia y el paso de los años. pues la vida en Alaska no es facil y Leni no es la única que atraviesa situaciones difíciles.

Volverás a Alaska es un libro duro en muchos tramos, Kristin Hannah consigue meternos en la piel de Leni de tal manera que es imposible no angustiarse cuando ella controla sus palabras, sus movimientos, todo lo que hace para no despertar a la bestia pues es cada vez más consciente de que la relación de sus padres no es una relación deseable, de que el verdadero amor no debería ser así. 

Kristin Hannah logra ponerme los pelos de punta de nuevo con una historia centrada en dos mujeres que recordaré durante mucho tiempo: por su protagonista, por su ambientación, pero sobre todo, porque Leni es una superviviente y no se rinde ante nada, ni siquiera cuando todo su futuro se ve truncado por quienes se supone que la quieren más que a nada. Con esta segunda historia, la autora consigue posicionarse firmemente entre mis favoritas.