El secreto de Gray Mountain de John Grisham

Título original: Gray Mountain (2014)
Autor: John Grisham
Saga: -
Género: Thriller
Editorial: Plaza & Janés

Traductor: Eduardo Iriarte Goñi

Primera edición: Noviembre de 2015
Nº páginas: 476 páginas

Mi puntuación: ★★★★☆

Tras perder su trabajo en un prestigioso bufete de abogados, una joven se implica en la defensa de un paisaje en riesgo, en un territorio sin ley. La nueva heroína de Grisham es una caja de sorpresas. Hace una semana Samantha Kofer trabajaba en una prestigiosa firma de abogados de Nueva York. Ahora trabaja gratis en una asesoría legal para clientes sin recursos en una pequeña ciudad de Virginia. La caída de Lehman Brothers supuso para ella la pérdida del trabajo, de la seguridad y del futuro. Su mundo no tiene nada que ver con su vida pasada de peces gordos y bonos desorbitados. En la actualidad se enfrenta a clientes reales con problemas reales en las tierras del carbón, donde la ley es diferente y defender la verdad significa poner en peligro la vida. Su nuevo jefe se dedica a demandar a las compañías mineras por los destrozos medioambientales que están devastando la comarca, y mucha gente lo odia por ello. La vida de Samantha ha dado un giro de 180 grados. 

Cuando vi este libro entre las novedades de la editorial me llamó la atención enseguida. Hace años leí Tiempo de matar, la primera novela de este abogado reconvertido a escritor y me encantó. Siempre había querido leer algo más del autor pero nunca me decidía por uno, así que aproveché la oportunidad y lo pedí a la editorial.

Nuestra protagonista es Samantha, una abogada que acaba de perder su trabajo debido a la caída de la empresa en la que trabajaba. Pero en lugar de un despido lo que se le ofrece es un permiso de un año en el que deberá trabajar para una ONG de un listado seleccionado por la empresa. Aún y así, pasado ese año tampoco está claro que pueda recuperar su trabajo. 
Tras ser rechazada por varias de las ONG y a un paso de desesperarse, Samantha es aceptada en una asesoría legal en Brady (Michigan). De esta manera, la protagonista, neoyorkina hasta la médula, pasa de trabajar en un gran bufete que se dedica a la construcción de grandes edificios a asesorar a gente pobre en lo más profundo de Los Apalaches. De esta manera, nuestra protagonista pasa de un gran bufete que se dedica a la construcción de edificios, a asesorar a gente pobre, realmente pobre. En su mayoría, trabajadores del carbón aquejados de la grave enfermedad llamada pulmón negro.

Como ya me pasó en su día con Tiempo de matar empecé esta lectura con un poco de miedo. No sabía bien que esperar y me daba miedo encontrarme con un montón de jerga jurídica que terminara por aburrirme. Me ha sorprendido mucho darme cuenta de que sí, el libro contiene jerga jurídica, informes sobre el pulmón negro y demás pero el libro en ningún momento se me ha hecho pesado. John Grisham consigue hacer magia y pone a nuestra disposición la información justa y necesaria para que nos interesemos en el tema pero no nos aburramos. 

Este libro toca varios temas: en un primer momento nos encontramos de cara con la crisis económica y la pérdida de empleo. Aunque a Samantha se le viene el mundo encima al recibir el permiso, no tardará en darse cuenta de que su situación no es tan mala.
En cuanto llega a Los Apalaches nos metemos de lleno en el mundo de la minería de superfície y los tejemanejes de las empresas que la usan para eludir la ley. Para los que no sepáis que es una mina a cielo abierto, al contrario que las minas subterráneas, estas se desarrollan en la superfície del terreno, siendo necesaria la previa retirada del estéril, o lo que vienen siendo lo árboles y todo lo que esté en la superfície. Además, para poder acceder al mineral se excava la tierra, tanto con medios mecánicos como con explosivos.
Vamos, que mientras que en la minería subterránea se van haciendo túneles cual hormiguitas, en la minería a cielo abierto directamente revientan la montaña. Si, revientan, con explosivos y dejando la montaña reducida a... NADA.

Me ha llamado mucho la atención toda la problemática e ilegalidad que rodea a esta práctica. Además del problema medioambiental que supone, las empresas suelen timar a los propietarios de los terrenos, que al final reciben cuatro duros. Y el hecho de inhalar polvo de carbón constantemente acaba por provocar en muchos trabajadores la temida enfermedad del pulmón negro. Una enfermedad incurable, que deteriora los pulmones hasta el punto de que el afectado necesita oxígeno 24h, y acaba "consumido".

Pero junto a Samantha no solo veremos casos relacionados con la minería. También deberá enfrentarse a los hijos de una mujer que le pide un testamento gratuito en el que los deshereda. O a una mujer maltratada que quiere pedir el divorcio de su marido adicto y traficante de meta. O el caso de una mujer que por culpa de una deuda ya "caducada" termina sin trabajo, desahuciada y viviendo en el coche con sus dos hijos.
Y estos solo son los casos de Samantha, también conoceremos alguno de los demás abogados que aparecen en el libro. Caso tras caso, Grisham consigue mantener tu interés, a la espera de la resolución de alguno de ellos.

En cuanto a los personajes hay una clara diferencia entre los personajes de la gran ciudad y los de Brady, el pueblo. 
Los de ciudad aparecen lo justo para hacernos una idea de la vida ajetreada que llevan y en el caso de los antiguos compañeros de trabajo de Samantha o su antigua compañera de piso, todos tienen la misma preocupación: perder el trabajo.
La gran diferencia con los personajes de Brady es que a estos nunca les falta el trabajo. No solo por el hecho de ser una asesoría gratuita sinó porque por esos lares las grandes empresas aprovechan cualquier vacío legal para aprovecharse de los más pobres. 
Además de las compañeras en la asesoría, conoceremos a un par de hermanos con un pasado trágico que acabarán siendo importantes para la protagonista: Donovan y Jeff. Donovan es un abogado que ha dedicado su vida a denunciar a grandes empresas mineras, teniendo éxito en más de ocasión ya que usa las mismas tácticas que ellas. La filosofía de Donovan es clara, si las empresas se saltan la ley el también puede hacerlo.

Entre los casos de la asesoría, los de Donovan y el gran misterio que envuelve a los dos hermanos, Grisham consigue mantenernos pegados al libro de principio a fin.
Más o menos a mitad del libro, hay un giro que no me esperaba para nada y que consiguió avivar aún más mi curiosidad. Lo que también me ha gustado mucho ha sido el gran crecimiento personal que sufre Samantha. 

No puedo negar que el libro me ha gustado. No es uno de los libros de mi vida pero si que ha conseguido mantener mi interés en todo momento. Eso sí, este libro no es para las que busquen un romance. Para quien quiera una historia interesante e instructiva, no puedo evitar recomendarlo. Os aseguro que yo tendré más en cuenta a este autor a partir de ahora.