Autora: Elena Garralón
Saga: -
Género: Chick lit
Editorial: Click Ediciones
Traductor: -
Edición: Febrero de 2019
Nº páginas: 364 páginas
Mi puntuación: ★★★☆☆
Liarse con un hombre casado nunca es buena idea, sobre todo si lo haces en plena crisis de los treinta y convencida de que ahí fuera no hay nadie especial para ti. Pero eso es precisamente lo que hace Cris, desoyendo las advertencias de sus amigas. Para colmo de males, el reencuentro fortuito con su primer amor removerá antiguos sentimientos y le hará cuestionarse varios aspectos de su vida. ¿Logrará Cris sobreponerse a la peor crisis de los treinta jamás contada?
Hace unas semanas que la autora se puso en contacto conmigo para ofrecerme su libro y, pese a que al ver la portada mi primera idea fue que no lo iba a disfrutar, cometí el error de leer la sinopsis y me dio curiosidad, seguramente porque la famosa "crisis de los treinta" siempre me ha parecido algo ajeno ya que no es algo por lo que yo haya pasado (creo que a mí me va a tocar en los cuarenta), así que muchas gracias Elena por ofrecerme la posibilidad de reseñar tu libro.
Nuestra protagonista Cris trabaja de secretaria de dirección a pesar de que su pasión siempre ha sido la fotografía, especialmente de bodas. Gracias al boca a boca cada vez le van saliendo más trabajos que aprovecha sin dudar para recibir un dinero extra aunque ahora, a punto de cumplir los treinta y en plena crisis existencial, se enfrentará a su peor pesadilla: fotografiar la boda de su ex, ese que siendo una adolescente le partió el corazón y la llevó a no creer en el amor para toda la vida. Pero las preocupaciones de Cris no se centrarán tan solo en esa boda, si no que empezará a magnificar cualquier mínimo cambio en su cuerpo, dándole vueltas hasta la obsesión y, lo peor de todo y a pesar de que sus amigas le aconsejen que corte cuanto antes, empezará una relación con un hombre casado.
Supongo que ya os imaginaréis que la crisis de los treinta de Cris no es moco de pavo y admito que en muchos momentos me pareció un personaje demasiado exagerado y me costaba un mundo empatizar con ella, pero eso tiene fácil explicación: la protagonista y yo somos totalmente opuestas y ha habido momentos en los que me ha parecido demasiado intensa, demasiado exagerada, sobre todo en lo que a su ex se refiere. Realmente no considero esta parte algo malo pues en gran parte porque el personaje me ha parecido "lógico". Cris no se obsesiona con ciertas cosas y pasa por alto las demás, si no que entra en una espiral en la que todo es una mierda y, admitámoslo, pocas tenemos el estómago de ver a nuestro ex feliz y casándose con otra. En lo que me ha parecido demasiado intensa es en ese trauma que arrastra desde que Roberto la dejó pues tampoco ocurrió nada demasiado destacable.
Elena pule la historia incorporando varios personajes secundarios: Irene, Sara y Paola son las mejores amigas de Cris y me ha gustado mucho las personalidades que les ha adjudicado la autora, creando un grupo de lo más variopinto pero que se complementa a la perfección. Irene es la alocada y picaflor; Sara lleva media vida con su novio y está a punto de casarse y Paola es una chica realmente tímida para las relaciones, tiene que estar realmente segura de que el chico le gusta antes de plantearse el tener algo con él. Ya os imaginaréis que Irene secunda a Cris en eso de que las medias naranjas no existen mientras que Sara y Paola opinan todo lo contrario, ellas sí creen en el amor para toda la vida y este es un tema que suela crear fricciones en el grupo.
También contamos con Pablo, el hermano de Cris, que a pesar de la distancia no duda ni un momento en dejarlo todo y plantarse en la puerta de su hermana si cree que necesita su ayuda; Estefanía, la madre de Irene, quien nos regala varios momentos surrealistas con su hija además de ofrecerles sabios consejos a las chicas; Toni es el camarero del pub donde las chicas se encuentran cada jueves y poco a poco va cobrando más presencia en la historia; Mateo, el amante casado de Cris, es quien consigue hacerte rechinar los dientes.
Las medias naranjas no existen es una historia entretenida que se lee realmente rápido por esos momentos absurdos que nos regala Irene con su incesante búsqueda del mejor amigo gay o las historias de su madre y, sobre todo y ya llegando al final, por esos momentos en los que la amistad y la familia está por encima de todo y todos hacen piña alrededor de Cris.
Hay cosas que no me han terminado de gustar, por ejemplo el que Cris le de demasiadas vueltas a las cosas o una relación que empieza y en la que me habría gustado que la autora profundizara más, pero eso es algo completamente mío ya que esta novela está enmarcada en el género chick lit y es totalmente comprensible que el romance no sea el eje de la historia.
Nuestra protagonista Cris trabaja de secretaria de dirección a pesar de que su pasión siempre ha sido la fotografía, especialmente de bodas. Gracias al boca a boca cada vez le van saliendo más trabajos que aprovecha sin dudar para recibir un dinero extra aunque ahora, a punto de cumplir los treinta y en plena crisis existencial, se enfrentará a su peor pesadilla: fotografiar la boda de su ex, ese que siendo una adolescente le partió el corazón y la llevó a no creer en el amor para toda la vida. Pero las preocupaciones de Cris no se centrarán tan solo en esa boda, si no que empezará a magnificar cualquier mínimo cambio en su cuerpo, dándole vueltas hasta la obsesión y, lo peor de todo y a pesar de que sus amigas le aconsejen que corte cuanto antes, empezará una relación con un hombre casado.
Supongo que ya os imaginaréis que la crisis de los treinta de Cris no es moco de pavo y admito que en muchos momentos me pareció un personaje demasiado exagerado y me costaba un mundo empatizar con ella, pero eso tiene fácil explicación: la protagonista y yo somos totalmente opuestas y ha habido momentos en los que me ha parecido demasiado intensa, demasiado exagerada, sobre todo en lo que a su ex se refiere. Realmente no considero esta parte algo malo pues en gran parte porque el personaje me ha parecido "lógico". Cris no se obsesiona con ciertas cosas y pasa por alto las demás, si no que entra en una espiral en la que todo es una mierda y, admitámoslo, pocas tenemos el estómago de ver a nuestro ex feliz y casándose con otra. En lo que me ha parecido demasiado intensa es en ese trauma que arrastra desde que Roberto la dejó pues tampoco ocurrió nada demasiado destacable.
Elena pule la historia incorporando varios personajes secundarios: Irene, Sara y Paola son las mejores amigas de Cris y me ha gustado mucho las personalidades que les ha adjudicado la autora, creando un grupo de lo más variopinto pero que se complementa a la perfección. Irene es la alocada y picaflor; Sara lleva media vida con su novio y está a punto de casarse y Paola es una chica realmente tímida para las relaciones, tiene que estar realmente segura de que el chico le gusta antes de plantearse el tener algo con él. Ya os imaginaréis que Irene secunda a Cris en eso de que las medias naranjas no existen mientras que Sara y Paola opinan todo lo contrario, ellas sí creen en el amor para toda la vida y este es un tema que suela crear fricciones en el grupo.
También contamos con Pablo, el hermano de Cris, que a pesar de la distancia no duda ni un momento en dejarlo todo y plantarse en la puerta de su hermana si cree que necesita su ayuda; Estefanía, la madre de Irene, quien nos regala varios momentos surrealistas con su hija además de ofrecerles sabios consejos a las chicas; Toni es el camarero del pub donde las chicas se encuentran cada jueves y poco a poco va cobrando más presencia en la historia; Mateo, el amante casado de Cris, es quien consigue hacerte rechinar los dientes.
Las medias naranjas no existen es una historia entretenida que se lee realmente rápido por esos momentos absurdos que nos regala Irene con su incesante búsqueda del mejor amigo gay o las historias de su madre y, sobre todo y ya llegando al final, por esos momentos en los que la amistad y la familia está por encima de todo y todos hacen piña alrededor de Cris.
Hay cosas que no me han terminado de gustar, por ejemplo el que Cris le de demasiadas vueltas a las cosas o una relación que empieza y en la que me habría gustado que la autora profundizara más, pero eso es algo completamente mío ya que esta novela está enmarcada en el género chick lit y es totalmente comprensible que el romance no sea el eje de la historia.
Hacía mucho que no leía una novela de chick lit que dejara el romance a un lado y se centrara en otros aspectos y la verdad es que la he disfrutado. Como digo, Cris puede resultar algo exagerada, pero encontramos justo lo que promete la sinopsis: la peor crisis de los treinta jamás contada.
Oye me gusta eso de que el romance no sea el pilar central, por lo menos es diferente!!
ResponderEliminarUn beso!
El chick lit me gusta, si bien últimamente no es el tipo de romance que más consumo. Además a veces me frusta cuando todo es demasiado exagerado, los personajes me acaban pareciendo poco realistas y eso influye en mi opinión de los libros. Pero me lo apunto para cuando me apetezca algo del género.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola.
ResponderEliminarHe intentado leer algún libro de este tipo y siempre me pasa lo mismo, los dejo porque no logro empatizar con el personaje por lo que no sería una buena lectora para esta novela.
Un saludo y gracias por la reseña.
¡Hola! Pues yo me estoy acercando a los treinta así que seguro que sería un libro con el que me reiría y con el cual disfrutaría. Un besote :)
ResponderEliminarHola guapa! La verdad es que había dejado pasar un poco este libro, pero confío en tu opinión y me lo apunto como lectura entretenida para pasar el rato. Eso de que el romance se deje de lado y lo verdaderamente importante sea la crisis de los treinta me ha ganado, así que se va de cabeza a mi lista de pendientes.
ResponderEliminarSaludos!
Se ve interesante gracias por la reseña
ResponderEliminarYo tampoco he tenido la crisis de los treinta y ni la de los cuarenta jajaja. No tiene mala pinta, me parece una novela para pasar una buena tarde de piscina/playa y echarse unas risas.
ResponderEliminarBesos
Hola Lit!!
ResponderEliminarPues si no me equivoco, ayer al leer varios mails estaba el de esta autora, pero todavía no me había parado a mirar de qué iba. Ahora que te he leído y a pesar de esa intensidad que comentas de la protagonista, creo que podría gustarme :D
Gracias por la reseña!!
Besos :33
¡Hola! Pues en principio no me llamaba este libro, pero ya me has liado. Yo tampoco había leído el argumento porque la portada no me decía nada. Me lo apunto como posible y me lo pienso cuando me ponga al día con los libros de las conjuntas.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola qué tal! la historia no suena mal, aunque todavía no llego a eso puedo imaginar la travesía de la chica jeje ¡Me encantó tu reseña! dejas todo tan detallado que me imaginé lo que ibas escribiendo. ¡Ya me quedo con acá!
ResponderEliminarHola, por todo lo que cuentas en tu reseña parece una novela con muy buena pinta, por lo que no dudo en darle una oportunidad, se nota que puede ser una lectura perfecta para la estación que estamos por comenzar.
ResponderEliminarBesos desde Promesas de Amor, nos leemos.
Hola!
ResponderEliminarA mí me gustó bastante, y mira que el chick-lit y yo... tenemos nuestros más y nuestros menos. A pesar de lo exagerada que es Cris (coincido contigo) me ha robado alguna sonrisa y, sobre todo, me encontrado muy cómoda en el grupo en general, como bien dices, todas son muy distintas pero encajan a la perfección.
Un besín
Parece entretenida pero no sé, ya sabes que no es mi género...
ResponderEliminarBesos.
Hola!
ResponderEliminarPunto a favor que sea una historia que no se centra en el romance sino en otros aspectos de la protagonista y su entorno. No obstante no me llama demasiado la atención esta historia, no es lo que estoy buscando ahorita pero me alegra que hayas disfrutado [en general] de esta lectura.
Gracias por la reseña.
𝙱𝚎𝚜✪𝚜