No pidas sardina fuera de temporada de Andreu Martín y Jaume Ribera

Título original: No demanis llobarro fora de temporada (1987)
Autor: Andreu Martín y Jaume Ribera
Saga: Flanagan #1/12
Género: Policíaca juvenil
Editorial: Alfaguara
Traductor: traducción de los autores
Edición: Julio de 1995
Nº páginas: 178 páginas
Mi puntuación: ★★★☆☆

Dentro de la atmósfera turbulenta de un suburbio barcelonés en el que abundan las pandillas de marginados y delincuentes juveniles, un adolescente aficionado a la investigación, se ve envuelto en un extraño caso. Sin embargo su punto inicial es bastante simple: un alumno que repite su tercer año y que, de improviso, aprueba con gran brillantez todos los exámenes. Pero cuando el joven detective empieza a husmear, surgen las sorpresas: peleas, chantajes, persecuciones... Atrapado en esta maraña peligrosa, el investigador aficionado demostrará ser digno de codearse con los mejores detectives profesionales.

Justo la semana pasada os comenté que la sinopsis de El secreto del puzle me había recordado muchísimo a una serie de libros que me encantaron de adolescente (aclaro que no tienen parecido alguno, simplemente me hizo pensar en esos libros), pero lo que no os conté es que en una visita posterior al Re-read me topé con uno de los que aún no había leído, por lo que a los pocos días me dejé caer por casa de mis padres para recuperar la colección entera, dispuesta a releerla.

Quizá a algunos os suene el título Los gemelos congelados, publicado en 2015 por Anaya. Ese libro ya me llamó la atención de primeras por la portada y el título, pero en cuanto leí la sinopsis tuve claro que en algún momento tenía que leerlo (cosa que aún no he hecho como ya os podéis imaginar). Si alguien lo ha leído ya conoce a Flanagan aunque quizás no sepa que sus peripecias como detective se iniciaron 12 libros antes.

Hay libros que uno recuerda perfectamente como llegaron a sus manos y estos son uno de los míos. Pese a que toda mi vida he leído, no solía esperar el listado de libros del colegio con mucha ilusión pues rara vez me tocaba uno que realmente me gustara (prueba de ello es Mercè Rodoreda de quien me encantó Mirall trencat cuando lo leí por mi cuenta, pero Aloma y La Plaça del Diamant no me entusiasmaron y fueron lecturas obligatorias). Todo cambió al llegar a segundo de ESO y llevarme una sorpresa con Tots els detectius es diuen Flanagan que me encantó por lo mucho que me reí con el protagonista. Al investigar un poco supe que se trataba de una serie de libros y casualmente el título del primero me recordaba mucho a otro que había visto en la estantería de mi hermano... y efectivamente, él tenía el primero, pero en castellano.

En No pidas sardina fuera de temporada se nos presenta a Juan Anguera, alias Flanagan, nuestro detective adolescente. Él mismo nos cuenta que hace ya un año que él y su hermana Pili montaron un despacho de detectives en el almacén del bar de sus padres y, por más absurdo que pueda parecer, no les va nada mal pese a que sus pesquisas se limitan a buscar mascotas perdidas o a averiguar qué les gusta a algunos de sus compañeros de clase para informar después a sus enamorados. Sin embargo, el despacho de Flanagan peligra por la reforma que sus padres quieren llevar a cabo en el bar y parece que tendrá que resignarse a quedarse sin un lugar de trabajo... hasta que María Gual hace su aparición y le propone un trato: si se asocian y le ayuda a demostrar a sus padres que su hermano Elías es un delincuente en potencia, seguro que sus padres les dejarán el cobertizo para usarlo como despacho. Pero Flanagan es detective y como tal, la curiosidad le pude... ¿cómo es que Elías, que está repitiendo octavo por tercera vez, de golpe aprueba todos los exámenes semanales de matemáticas? Por culpa de su curiosidad, Flanagan se verá metido en un follón mucho más grande de lo que él habría podido sospechar.

Se nota mucho que este libro fue escrito a finales de los 80, no solo por como actúan los personajes si no por muchos otros detalles tontos como por ejemplo que Flanagan esté en octavo, las canciones que escucha o que la mayoría de personajes cuenten con un apodo. No sé como explicarlo, pero todo en este libro me trasladó enseguida a mi niñez (y eso que mis recuerdos son de los 90).
Si es cierto que todo lo que le ocurre a Flanagan puede parecer muy surrealista, sobre todo por algunas situaciones en las que se ve o por como se libra de otras, pero ya en su día me conquistó su manera de pensar y, casi veinte años después, me he vuelto a reír muchísimo con él. 

Es realmente divertido ver como en las peores situaciones se queda congelado por el miedo, pensando en todo aquello que podría hacer y teniendo conversaciones enteras en su cabeza, pero él quietecito y sin abrir la boca. También es en esos momentos de peligro cuando más asoman las actitudes infantiles, por más que él quiera pasar por un detective serio y es que en realidad está cagadito de miedo la mayor parte del libro. Algo totalmente lógico teniendo en cuenta a lo que se enfrenta.

No pidas sardina fuera de temporada es un libro cortito, de aquellos que te puedes leer de una sentada y que, al menos yo, no pude dejar de leer hasta saber qué era lo que realmente ocurría y cuál era el misterio de la puñetera fotografía que todo el mundo busca aunque sí es cierto que hay algunas actitudes que hoy en día chirrían.