Una corte de niebla y furia de Sarah J. Maas

Título original: A Court of Myst and Fury (2016)
Autor: Sarah J. Maas
Saga: Una Corte de Rosas y Espinas #2/8
Género: Fantasía, Retelling
Editorial: Cross Books

Traductor: Márgara Averbach

Primera edición: Junio de 2017
Nº páginas: 583 páginas

Mi puntuación: ★★★★★

Feyre está destrozada. Y aunque tiene a Tamlin por fin a su lado sano y a salvo, no sabe cómo podrá dejar atrás los recuerdos que la acechan... ni cómo mantendrá en secreto el oscuro pacto que hizo con Rhysand, que la mantiene intensamente unida a él y la confunde.
Feyre ya no puede seguir siendo la de antes. Ahora es fuerte y debe romper con todo lo que la ata. Su corazón necesita libertad. 

La reseña contiene SPOILER del primer libro.

En cuanto terminé de leer el primer libro fui incapaz de dejar pasar unos días antes de ponerme con este, necesitaba saber como seguía la historia de Feyre que, como ya sabéis, estoy leyendo junto a mis compañeras de Folloner@s Club y, por algún motivo, es una de las lecturas conjuntas con más participación de toda la historia del club. 

Después de la agradable sorpresa que me llevé con el primer libro que como ya he dicho mil veces por algún motivo tenía la idea de que no me iba a gustar nada y gracias a Diana (aka Gordo Hater) mis expectativas con este segundo libro estaban ya más allá de las nubes por lo que no me habría extrañado llevarme un chasco de los gordos... pero no, si el primer libro me gustó mucho más de lo que yo esperaba, este directamente me ha encantado.

Después de todo lo acontecido en Bajo la Montaña, Feyre regresa a la Corte Primavera junto a Tamlin y convertida en alta fae gracias a la intervención del resto de lores de Prythian. Pero ninguno de los dos está bien, las pesadillas los acechan por las noches y la relación entre ellos irá de mal en peor pues Tamlin saca su lado más posesivo y protector para con Feyre. El miedo a que le pueda ocurrir algo (y quizá a algo más) hacen que cada vez limite más la libertad de la cazadora, quien en principio intenta conformarse y pasarlo por alto creyendo que con el tiempo ese pavor que tiene Tamlin a perderla se vaya esfumando... Pero los días van pasando y las prohibiciones siguen por lo que el malestar de Feyre va en aumento y llegará a su punto álgido en el día menos idóneo para una persona enamorada: el de su boda. 
Mientras camina hacia el altar, vemos como Feyre empieza a sentirse asfixiada, frenando el paso poco a poco y rogando en su interior que alguien, quien sea, la libre de todo esto. Súplica que se trasladará a través del vínculo que ella tiene con Rhysand, el alto lord de la Corte Noche y el cuál aparecerá justo en ese momento para reclamarle a Feyre que cumpla su promesa de pasar una semana al mes con él, tal y como le prometió en Bajo la Montaña a cambio de su ayuda.

Gracias a estas estancias en la Corte Noche iremos viendo un cambio en Feyre, como poco a poco empieza a esperarlas, a verlas como un respiro de su vida en la Corte Primavera dónde, a pesar de contarle a Tamlin todo lo que ve y oye en sus semanas con Rhys, todo va de mal en peor, Tamlin sigue con su postura sobreprotectora y el día que Feyre, harta de sentirse la joya bonita que hay que evitar que roben, se rebele, la respuesta de Tamlin es la peor posible: encerrarla en la casa con magia lo que provocará que Feyre abandone la Corte Primavera definitivamente.

Como muchas ya sabréis, la saga Una corte de rosas y espinas es un retelling del cuento de La Bella y la Bestia y lo que me encanta de la historia de Sarah J. Maas es una idea en concreto: ¿qué habría pasado si realmente la Bestia no hubiera sido el bueno del cuento? (que ahora que lo pienso no he leído el cuento original y no tengo ni idea de como se dan las cosas en este). 
En el primer libro Tamlin no fue de mis personajes favoritos en ningún momento, realmente creo que nunca llegó a gustarme: desde siempre me parecieron sospechosos esos intentos de acercamiento a Feyre y más cuando saltaba a la vista que él no estaba nada cómodo con ella allí. Lo que ocurre en Bajo la Montaña tampoco le hace ganar puntos: Feyre aún siendo humana se presenta frente a Amarantha, dispuesta a salvar a Tamlin y a toda su Corte pero mientras la mujer que tiene a todo Prythian aterrorizado maltrata y golpea a su amada ¿qué hace Tamlin? Nada. No mueve ni un puñetero dedo en ningún momento. Si de entrada este personaje no me apasionaba, os podéis hacer una idea de a qué nivel quedó para mí en ese momento y este segundo libro solo consigue reafirmar que Tamlin no es el bueno de esta historia.
Por otro lado pero siguiendo en la Corte Primavera, Lucien en el primer libro me gustó bastante a pesar de la primera impresión pero en Una corte de niebla y furia me ha decepcionado bastante. Entiendo que no quiera encararse a Tamlin pues es su mejor amigo y le acogió cuando lo echaron de su Corte pero mientras Tamlin se está haciendo el ciego en cuanto a Feyre (la pérdida de peso de la alta fae es preocupante y se nos remarca cada vez que Rhys va a buscarla pues este se muestra cada vez más preocupado) Lucien sí se da cuenta de todo y, aún y con eso, se limita a intentar mediar pero en cuanto Tamlin saca su lado rabioso el pelirrojo recula con la cola entre las piernas. Aunque algo me dice que Lucien será un personaje cada vez más importante.

Ah, la Corte Noche... esa Corte que todo Prythian odia pues dicen que en ella solo hay horror y que todo el que vive ahí disfruta con la tortura y haciendo correr la sangre... todo Prythian desprecia a Rhysand, el alto lor de esa Corte y quien se convirtió en la puta de Amarantha. ¡Qué fácil es manipular la mente de todo un territorio y hacerle creer lo que uno quiere! ¿Qué hay de verdad en estas creencias? Solo lo más superficial pues ni la Corte Noche es como todo el mundo la imagina ni su alto lord es ese ser despreciable que todos creen.
Al instalarse Feyre definitivamente en la Corte Noche empezaremos a conocer más a fondo a Rhys, descubriendo quien es en realidad y que tras esa fachada que muestra a todo el mundo probablemente se esconda el alto lor más honorable y sacrificado de todo Prythian. Y su círculo más cercano está a su altura: Mor, Amren, Cassian y Azriel son el apoyo perfecto para Rhys aunque ninguno ha tenido una vida fácil pero todos ellos acogen a Feyre con los brazos abiertos, se convierten en grandes apoyos para la nueva alta fae quien está dándose cuenta que al convertirse en alta fae ha heredado poderes de todos los altos lores, poderes que debe entrenar y aprender a controlar. 
Prefiero no hablaros más de estos personajes (al menos de momento) pues creo que es interesante conocerlos y descubrir por uno mismo quién son, qué son y como llegaron a la vida de Rhys. 

En cuanto a la trama a pesar de tener partes algo lentas tanto en la Corte Primavera como en la Corte Noche (todo el proceso asfixiante en la primera y toda la parte de descubrimiento en la segunda) el libro no se me ha hecho para nada lento. Siempre están pasando cosas que provocan otros sucesos pues Rhys tiene algo muy claro: el rey de Hybern planea atacar Prythian y tienen que prepararse para la guerra o encontrar la manera de frenar ese ataque, aunque ello suponga ponerse en contacto con las reinas humanas. 
Me gusta como se va complicando esta historia y como cada vez más personajes entran en juego o como recuperamos de manera sorprendente a otros que parecían no ser de importancia para esta historia. Y ese final... la espera hasta la publicación de Una corte de alas y ruina va a ser muy larga.

Esta saga ha sido una gran sorpresa para mí y por supuesto la recomiendo muchísimo a todo el que le guste los retelling o la fantasía. También, cosa rara en mí, Maas incorpora una trama romántica que me está gustando mucho por lo que esta saga solo hace que ganar puntos ^^