Calendar Girl 2 de Audrey Carlan

Título original: Calendar Girl: April, May and June (2015)
Autora: Audrey Carlan
Saga: Calendar Girl #2/4
Género: Erótica
Editorial: Planeta
Traductoras: Vicky Charques y Marisa Rodríguez
Edición: Julio de 2016
Nº páginas: 497 páginas
Mi puntuación: ★☆☆☆☆

Ya han pasado tres meses desde que Mia se embarcó en la aventura más increíble de su vida. Tres meses llenos de lujo, pasión y glamour... saltando de ciudad en ciudad. Tres meses desde que conoció a Wes.

Boston, Hawaii y Washington DC son sus próximos destinos, en los que, junto con Mason, Tai y el senador Shipley, Mia se adentrará en el mundo de las wags, conocerá el valor de la amistad y vivirá unas experiencias sexuales que la llevarán hasta límites insospechados.

Aunque Mia no puede olvidar a Wes, sabe que su viaje debe continuar. Pero algo le dice que sus caminos volverán a cruzarse...

Tenía la esperanza de que en este segundo libro la historia cambiara y empezara a gustarme lo suficiente como para animarme a leerla entera pero desgraciadamente no ha sido así... Si el primer libro me gustó poco, este segundo ha sido aún peor. 

En esta ocasión he podido leer como sigue la vida de Mia durante el segundo trimestre de su año trabajando como escort y he confirmado mi idea de que Mia es bipolar.

Como ya me pasó en la reseña del primer libro (aquí) para poder explicar bien todo lo que no me ha gustado me veo forzada a incluir SPOILER así que, si no has leído el libro pero tienes intención de hacerlo, deja de leer aquí.

En principio iba a seguir el formato de la anterior reseña pero me he dado cuenta de que, de hacerlo así, quedaría todo un poco mezclado y estaría volviendo una vez tras otra al mismo tema así que hago un mini resumen para situaros donde estará Mia cada mes y con quien y después paso a explicaros todo lo que no me ha gustado en este libro.

En abril Mia se traslada a Boston para hacerse pasar por la novia de Mason Murphy, un famoso jugador de béisbol al que los patrocinadores han dejado de lado por sus borracheras y líos de faldas. De entrada Mason se caracteriza por ser un chulo y un creído pero poco a poco veremos que Mason tiene un pequeño corazoncito que hay que pulir y sacar a la luz.

Hawai es el destino de mayo donde Mia hace de modelo para Angelo D'Amico, un diseñador de ropa de baño. Pero Angelo está casado y es algo mayor que el resto de clientes así que solo aparece dos veces en todo el mes pues Mia se pasará día y noche con Tai, un espléndido samoano, metido entre las piernas.

Por último viaja a Washington D.C. para conocer a Warren Shipley, un millonario de más de sesenta años que necesita los servicios de Mia como mujer florero para poder salirse con la suya en una empresa muy noble.

Bien, lo primero que no me gusta de estos libros son las escenas de sexo pues la gran mayoría me parecen innecesarias aunque tratándose de un libro de erótica no me resultaría realmente molesto si no fuera porque son increíblemente burdas y soeces, la mayoría de bastante mal gusto. Por ejemplo, en el mes de abril la autora se viene arriba, pero que MUY arriba. En cierto momento, Rachel y Mia enganchan a Mason en la cama en plena faena con dos chicas (qué casualidad que se trate de una rubia y una morena, justo como ellas dos) y la escena que se nos describe es propia de una película pornográfica. No soy asidua de la erótica pura (y estoy entendiendo el porqué) pero me he topado con bastantes descripciones eróticas y sexuales a lo largo de mis lecturas aunque NUNCA con una tan explícita y de mal gusto  pues la imagen que acudió a mi mente bien podría formar parte de una película pornográfica (aunque parezca mentira, esto tiene bastante mérito pues he leído Cincuenta sombras de Grey y Pídeme lo que quieras, por poner un par de ejemplos).

En junio Mia conoce a una mujer florero embarazada de su rico esposo gracias a la magia de las pastillitas azules que nos regalará otra escena que imagino que la intención de la autora era que resultara graciosa pero que a mi me ha hecho enrojecer de vergüenza ajena. Dicha mujer florero se encuentra en el baño con Mia quien la está intentando convencer para que ayude a Warren Shipley en su proyecto, cuando la primera decide hacer una llamada a su marido y esto es lo que sigue (en serio, es que prefiero que lo leáis, no tiene desperdicio):

(...) ¿Franny? - Se echó a reír -. Ya lo sabes. Siempre estoy lista para tu pollote, cariño. - Pensar en esa chica follando con el viejo me provocó acidez de estómago; una sensación parecida a la que tienes antes de vomitar -. Sí, Franny, ya lo sé. Yo también quiero que me folles duro. Muy duro. Tan duro que me tiemblen los dientes..., pero antes quiero hablar contigo de una cosa.Esperé mientras le contaba lo que yo acababa de explicarle sobre el proyecto de Warren.- Sí, Franny. Será nuestra contribución benéfica de este año. Prepararé una campaña sobre nuestra colaboración humanitaria con las empresas Shipley. - (...) Hizo descender la mano desde el cuello hasta uno de sus pechos y se lo agarró con fuerza -. Sí, necesitan que alguien los apriete. Pensar en que vengas a follarme aquí y ahora me está poniendo supercachonda. ¿Puedes venir a hacerme un trabajito con la lengua? Estoy muy salida, por el bebé... Sí, ya sé que me has follado dos veces hoy - suspiró y luego lloriqueó -, pero ahora necesito tu boca. - (...). 

A continuación, Christine se desnuda y Mia tiene el tiempo justo de salir antes de que llegue el marido y se pongan al tema. Comparados con estos dos ejemplos, que Mia pierda el conocimiento durante un maratón de sexo con Tai casi me parece normal.

Otra cosa que no me gusta de estos libros es la protagonista en sí. Ya comenté en la primera reseña que me daba la sensación de ser una niña malcriada pero es que además, tiene un carácter que se ajusta a cada situación según las necesidades de la autora: vulnerable, fuerte, cariñosa, borde... no hay límites para Mia. 

Su obsesión con el sexo tampoco ayuda. No exagero, se de sobras que el sexo puede ser muy divertido y adictivo pero lo de Mia es preocupante: en las primeras 5 páginas se siente excitada dos veces por lo que me quedó claro que sus instintos sexuales seguirían siendo los del primer libro (ahí ya dejé de contar las veces que la protagonista se excita, no existe aplicación en el móvil capaz de almacenar tantas notas y tampoco me voy a dejar el sueldo en post it). Así que no es de extrañar que Mia se lleve las manos a la cabeza cada vez que cree que estará todo un mes sin sexo, incluso parece que es lo primero que se plantea en cuanto llega la llamada de su tía dándole los detalles de su próximo destino.

La "relación" entre Wes y Mia iría de la mano de esta obsesión con el sexo. Si ya fue molesto que, con tan solo 24 días al lado del cineasta, estos dos se crean enamorados (que se atraen yo no digo que no pero... ¿enamorados? permitidme ser escéptica) pero es que a partir de febrero empezamos con el juego de los celos: Wes le pidió que se quedara con él para descubrir hacia donde iba su relación, que el se encargaría de la deuda con Blayne, pero Mia se negó ya que considera que tiene que salir de esto por si sola, así que decidieron que seguirían como amigos y que, pasado el año en el que ella estará trabajando como escort, se darían una oportunidad a ver como iban las cosas entre ellos. Así que aquí entramos en el juego de "Wes no puede acostarse con nadie pero yo me tiro a todo lo que se menea y está bien". 

El momento en el que Mia descubre que Wes se está acostando con la actriz principal de su película además de tópico es de risa pues el ataque de celos de la protagonista le dura varios días y se lo hecha en cara a Wes en más de una ocasión... Claro, porque ella no estuvo todo el mes de Febrero tirándose al franchute, llamándolo para tener una noche loca en abril y no ha tenido el mejor sexo de su vida gracias a Tai durante toda su estancia en Hawai. En serio, ¿se puede ser más hipócrita?

Por otro lado hay un detalle tonto que me llama bastante la atención, sobretodo cuando Mia se hace pasar por la novia formal de Mason para mejorar su reputación ya que al parecer, que a ella se la haya visto anteriormente del brazo de un cineasta, del heredero de una cadena de restaurantes italianos y desnuda en varios cuadros de un famoso artista no influye para nada en la credibilidad de esta relación surgida de la nada. Parece que en USA los cotilleos tardan en correr pues si no de veras que no me explico como una chica puede pasar por varios famosos sin que nadie se de cuenta de que es la MISMA chica.

Por último, y no por ello lo menos importante si no al contrario, Mia sufre una agresión sexual durante el mes de junio y aunque me parece bien que se haya incluido pues encaja en la historia ya que Mia en más de una ocasión ha tenido que especificar que escort y prostituta son dos oficios distintos, no me ha parecido creíble la manera como sucede esta agresión. 

Aaron Shipley es el hijo del cliente de junio y desde el primer momento ha coqueteado con Mia y aparece por la casa de su padre más a menudo de lo normal aunque no es realmente importante para la historia hasta el momento en que Mia se despierta de un sueño erótico y este ser (me niego a llamarle hombre) le está metiendo mano. Aturdida y reacia a creer lo que acaba de ocurrir, Mia intenta quitárselo de encima y hacerle ver que ella no quiere acostarse con él pero Aaron hace oídos sordos y empieza a desnudarse. Por suerte, Mia empieza a devolver la borrachera de la noche anterior por lo que Aaron, asqueado, llamará a Kathleen para que venga a ayudarla y se irá de la habitación. 

Quiero aclarar que Kathleen ha sido quien ha criado a Aaron tras la muerte de su madre y aún y así se muestra bastante más escandalizada y asqueada que Mia pero aunque le sugiere que se lo cuente al padre de Aaron para que tome medidas, tampoco lo hace con mucho ahínco. 

Después de este incidente me cuesta entender como días después en una fiesta, Mia deja que un Aaron borracho la aleje del resto de la gente. No es que ella se lo haya buscado, no es que ella lo haya pedido, pero en el momento en el que Aaron la agarra de la cadera es un claro indicio de peligro. No me vale que una chica esté a punto de ser violada porque "él era el senador por California y yo no era nadie" y por lo tanto ella sienta miedo de montar una escena. Puedo entender que el miedo te paralice y aunque solo sea por unos momentos no sepas como reaccionar, lo que no puedo entender es que una chica se exponga a lo que está claro que va a ocurrir por miedo al que dirán. La solución que la autora le da a esta agresión puede parecer muy noble pero tampoco he estado de acuerdo con ella.

Lamentándolo mucho, lo único bueno que rescato de estos libros es la relación de Mia con su hermana y su mejor amiga (aunque no me gusta el aire barriobajero que la autora le da tanto a Mia como a Ginelle) y la amistad que mantiene con la mayoría de sus clientes, quienes poco a poco empiezan a ser algo muy parecido a una familia para ella. 

En la reseña del primer libro dije que no descartaba leer toda la saga a pesar de que el inicio no había sido de mi agrado... después de este segundo intento no tengo tan claro el seguir con esta historia. Lo que tengo claro es que el género erótico no es lo mío y no creo que me aventure en más libros de este estilo.