Frankenstein de Mary Shelley

Título original: Frankenstein or The Modern Prometheus (1818) 
Autora: Mary Shelley
Ilustraciones: John Coulthart 
Saga: -
Género: Terror
Editorial: Editorial Alma
Traductor: Alejandro Pareja Rodríguez
Edición: Febrero de 2018
Nº páginas: 192 páginas
Mi puntuación: ★★★★☆

La mansión a orillas del lago Ginebra fue el escenario en que Lord Byron, John Polidori, Percy Bysshe Shelley y Mary Shelley se retaron a escribir una historia de terror. Aquel juego llevó a la autora londinense a crear Frankenstein, una de las grandes cimas del horror gótico y una brillante reflexión sobre la ética científica. La novela narra el intento de un joven estudiante de medicina de crear vida artificial   y las terribles consecuencias de su experimento.

Este es el típico clásico que siempre había dicho que no me llamaba la atención… curiosamente, en los últimos tiempos me he ido cruzando con varias reseñas que me hicieron pensar que quizá esta historia no era exactamente lo que yo pensaba… y efectivamente, no sé de dónde había sacado yo mis ideas preconcebidas (imagino que provienen de un batiburrillo de adaptaciones), pero la historia de Frankenstein está bastante lejos de lo que yo creía y finalmente me he decidido a leerlo gracias a Editorial Alma y su preciosa edición.

No sé por qué, yo pensaba que iba a vivir todo el proceso de la creación del monstruo de Frankenstein de manera lenta y tediosa y que para entonces todo petaría y tendríamos aldeanos con armas y antorchas persiguiendo al pobre desdichado y poco después terminaría la historia… ¿De dónde me sacaba yo esas ideas? Porque es que realmente, nada que ver…

Empezamos el libro entre los hielos del Ártico, con unas cartas de un tal Robert Walton a su hermana que me hicieron pensar que la edición estaba terriblemente mal y estaba leyendo otro libro… pero no, poco después Víctor Frankenstein entra en escena medio moribundo y persiguiendo a un hombre enorme que huye en un trineo de perros. Robert Walton acoge a Frankenstein en su barco y a partir de aquí empieza a narrarnos el relato del enfermo.

Empieza aquí el relato de la vida del joven suizo, seremos partícipes del deseo de sus padres de verlo casado con su prima Elizabeth, veremos cómo evolucionan sus estudios a través de los años motivo por el que se trasladará durante años a Ingolstadt y ¡voilà!, para cuando queramos darnos cuenta, el monstruo está vivito y coleando y aquí empieza la verdadera historia. 

Víctor estaba tan obcecado en sus estudios, tan deseoso de tener éxito, que no se había parado a pensar en lo que realmente estaba haciendo… hasta que el monstruo abre los ojos y la primera reacción del joven es huir aterrorizado así que el monstruo, viéndose rechazado por su propio creador, huye. 

Veremos como a través de los años, Víctor está deshecho por la culpa, sobre todo cuando empiezan a darse las extrañas muertes e inculpaciones que él asocia al monstruo, pero calla, aun cuando la culpa se lo está comiendo por dentro no se atreve a confesar la verdad, a decir el nombre del verdadero culpable.

Frankenstein es de esas historias en las que se nos presenta a un personaje “bueno” y a un “monstruo” pero en la que, a medida que avanzamos en la lectura, es mucho más fácil empatizar con el segundo, sobre todo porque al primero le ha encantado hacer de Dios hasta que ha metido la pata hasta el fondo. 

Como con la mayoría de los clásicos es posible que la narración os pueda resultar algo lenta o quizás tediosa, hay que tener en cuenta que dista bastante de la que usan los autores de hoy en día, pero si os ocurre como a mí estaréis lo suficientemente metidos en la historia como para que no sea un gran problema, sobre todo teniendo en cuenta que el libro no llega a las 200 páginas.

Como dato curioso, aunque se menciona en varias ocasiones la pasión de Victor por las tormentas eléctricas, en ningún momento se nos dice que el monstruo (de 2,44 metros nada menos) haya sido reanimado mediante electricidad.

Frankenstein es uno de esos clásicos al que me he resistido durante años, pero con el que he quedado más que satisfecha. La historia me ha atrapado y me ha mantenido en vilo en todo momento, deseando saber cómo terminaría todo… y la verdad, no esperaba para nada ese final.