El día que dejó de nevar en Alaska de Alice Kellen

Título original: El día que dejó de nevar en Alaska (2017)
Autor: Alice Kellen
Saga: -
Género: Romántica
Editorial: Titania
Traductor: -
Primera edición: Octubre de 2017
Nº páginas: 345 páginas
Mi puntuación: ★★★★☆

Un chico con el corazón de hielo.

Una chica que huye de sí misma.

Dos destinos que se cruzan.

Heather cree que solo hay tres cosas que sabe hacer: atraer problemas, salir huyendo y correr. Así es como termina en Alaska, en un pequeño pueblo perdido, trabajando de camarera mientras intenta llevar una vida nueva y tranquila. Su único problema es que uno de los dueños del restaurante parece odiarla y que ella nunca antes ha conocido a nadie que despierte tanto su curiosidad. Nilak es reservado, frío y distante, pero Heather puede ver a través de todas las capas tras las que se esconde y sabe que en ocasiones hay recuerdos que pesan demasiado; como los de sus propios errores, esos que intenta dejar atrás.

Pero, a veces, la vida te da

una segunda oportunidad. La nieve

empieza a derretirse. Y todo encaja.

Este libro lo compré en noviembre (creo) en una de esas compras impulsivas en las que pienso "Yo lo compro y ya lo leeré... cuando sea". Por suerte, las chicas de Oasis literario lo escogieron como lectura romántica de febrero, lo que me brindó la excusa perfecta para quitarme otro pendiente más de la estantería. Llevo ya unos cuantos en lo que va de año así que me doy por satisfecha en ese sentido (como siempre, haremos ver que no han entrado el doble de los que han salido...).

De esta autora solo había leído los dos libros publicados de la serie Volver a ti (33 razones para volver a verte y 23 otoños antes de ti) que me gustaron bastante (sobretodo el segundo) por lo que, a pesar del cruce que llevo con el género romántico últimamente, se podría decir que iba sobre seguro y, además, me pilló que lo empecé en plena nevada por lo que la ambientación era perfecta.

Empezamos el libro con Heather llegando a Inovik Lake en plena noche y en el camino hacia la casita que ha alquilado se topará con Caos y su cuidador John, que resultará ser su vecino. Sabemos que Heather huye, pero no de qué y que el lugar escogido se debe a un póster que tenía en su habitación. Pronto Heather se dará cuenta de que Alaska no tiene nada que ver con el póster idílico en el que se veían las montañas, un lago y un oso que tenía colgado en su habitación, pero ella es terca y está completamente convencida de que su familia está mejor sin ella.
Heather tendrá bastante suerte con su vecino, quien a pesar de ser un viejo cascarrabias la acogerá bajo su ala, le ayudará con la casa y le conseguirá un trabajo, aunque sea en el bar del pueblo junto a Nilak, quien parece odiarla desde el primer momento.

Es posible que la historia os parezca muy típica y hasta cierto punto lo es, pero os aseguro que tiene varios puntos que la hacen muy distinta a todo lo que he leído.
En primer lugar, intercalados con los capítulos de Heather tendremos otros en forma de diario personal y con otro personaje que no sabremos de quien se trata hasta bien avanzada la historia (esta vez me ha costado bastante encontrar una explicación a esa historia secundaria, me he sentido algo tonta si queréis que os diga la verdad xD). La resolución de esta parte... me hizo trizas mi corazoncito (porque sí, lo tengo. Por ahí escondido, pero está). No os puedo describir la sensación de desamparo que sentí en ese momento de la historia, la pena y la rabia porque estas cosas pasen.
También tenemos una relación tóxica pero nada que ver con lo que estamos acostumbrados en este tipo de historias y que, aún y así, por desgracia suelen ser bastante habituales. Esta relación es totalmente contraria a la que existe entre Heather y Caos, que es sin duda lo que más me ha gustado del libro.

Heather ha sido una protagonista que me ha gustado bastante más de lo que esperaba. En principio todo el tema de que estuviera huyendo me pareció que sería por la chorrada más grande del mundo pero a medida que va explicando su historia ves hasta que punto ha tomado la decisión más inteligente. Todos hemos visto o vivido relaciones en las que al final, la única manera de cortar por lo sano es poner tierra de por medio y eso es exactamente lo que hace ella (quizá la parte de ir a Alaska motivada por un póster no es exactamente inteligente pero oye, al final es una buena decisión).
Al inicio, tenemos una Heather muy negativa y pesimista, no se cree buena para nada, siente que está vacía, señal de hasta que punto esa mala influencia en su vida le ha destrozado la autoestima. Con el paso de los días, el cariño de los que la rodean, sus entrenamientos con Caos y pese a extrañar a su familia, vamos viendo cambios muy positivos en Heather.

Nilak es mi problemilla con este libro. Tiene cosas que me han gustado mucho, cada vez más a medida que se va abriendo a Heather y otras que no tanto, por ejemplo lo mandón que es o lo frío que se muestra al principio. Su comportamiento tiene explicación hasta cierto punto, sigue habiendo reacciones por su parte que no me parecen bien pero también es cierto que eso lo hace mucho más real.

Heather y Nilak son totalmente opuestos: ella odia los silencios y él odia hablar; ella es abierta, él completamente hermético... No en vano, Naaja, una de las figuras importantes en la vida de Heather en Inovik Lake, la llama a ella Siqiniq que significa sol en inuit mientras que Nilak es bloque de hielo. Es interesante ir leyendo la tensión entre ellos sobretodo porque si algo no encontraréis en este libro es instalove (¡gracias!) si no que se da poco a poco, un poco a ciegas y un poco siendo consciente de toda la "mierda" que arrastra el otro. 

Los personajes secundarios juegan un gran papel en esta historia, tanto los que aparecen como los que solo se mencionan, pues precisamente esos dos que no conoceremos en persona son de los más importantes. Sialuk y Seth serán un gran apoyo para Heather además de John y Naaja a quienes ya he mencionado anteriormente.
No se si tildarlo de personaje principal o secundario y estoy segura de que en absolutamente todas las reseñas que hayáis visto de este libro habréis leído algo muy similar a lo que voy a decir, pero: adoro a Caos. Es mi "personaje" favorito de toda la historia y solo por él, este libro ya ha merecido la pena.

No quiero decir mucho más para no spoilear pero El día que dejó de nevar en Alaska es una bonita historia, escrita con delicadeza, con ese toquecito de humor que vemos en algunas no-conversaciones entre Heather y Nilak, pero sobretodo, con mucho mucho sentimiento. Aunque encaja en el género de la romántica también tiene mucha más importancia el perdonarse a uno mismo, el redescubrir quien eres realmente.