Ruina y Ascenso de Leigh Bardugo

Título original: Ruin and Rising (2014)
Autora: Leigh Bardugo 
Saga: Trilogía Grisha #3/3
Género: Fantasía
Editorial: Hidra editorial
Traductor: Miguel Trujillo Fernández
Edición: Noviembre de 2015
Nº páginas: 432 páginas
Mi puntuación: ★★★★☆

Bajo tierra, en la red de túneles y cuevas que forman la Catedral Blanca, Alina es a la vez prisionera y objeto de adoración. Está muy débil, y la idea de embarcarse en un nuevo viaje en busca del tercer amplificador, el pájaro de fuego, parece una locura. Pero su poder ha cambiado desde la última batalla, y sus nuevas habilidades podrían aterrorizar incluso a sus propios aliados.

Está claro que el Reto Avanzar sagas de este año lo voy a dar por perdido, miro la estantería y me parece imposible quedar en positivo. Por no hablar de los top ten de sagas que quería empezar en este 2018 o seguir, creo que tampoco es que haya cumplido muchas… por lo visto soy de esas que, falta que se propongan algo, para correr en dirección contraria xD Pero si con algo me voy a quedar de este 2018 es que he terminado dos trilogías que, sinceramente, no entraban en mis planes continuar. La primera fue La quinta ola gracias a la lectura conjunta organizada por los blogs Se habla de libros y El faro de arcadia, a los que no sé a qué estáis esperando para ir a visitarlos.

La segunda ha sido la Trilogía Grisha gracias a Oasis literario y que de pasada comenté que estaba pensando en leer el segundo libro a ver qué tal… no entiendo del todo bien como pasó, pero fue nombrarla y empezar a salir chicas de debajo de las piedras que también la querían leer así que, sin comerlo ni beberlo, teníamos nueva lectura conjunta.

Probablemente recordaréis mi opinión de Asedio y Tormenta pues no hace demasiados días que la publiqué, donde os decía que ese libro para mí es puro relleno y que esperaba que este último lograra que la trilogía al completo mereciera la pena. No sé si es realmente justo decir que ha merecido la pena leer tres libros para encontrar uno que realmente me ha gustado, pero si es cierto que este último ha logrado convencerme, la experiencia ha sido mucho más grata que en los anteriores.

Empecé Ruina y Ascenso casi convencida de que mi gran problema con esta autora es que no me convence para nada como gestiona la acción en sus historias. En los dos primeros libros teníamos muchos ratos muertos, muchas partes en las que la trama se estancaba y o no ocurría nada o lo que ocurría no era de mi interés. Lo he dicho y lo repito, los devaneos amorosos de la protagonista con los varios personajes masculinos que la rondan, me aburrían enormemente. No es que en este tercer libro se elimine el romance, seguimos teniendo a una protagonista de la que no tenemos claro quien le interesa, pero ocurren tantas otras cosas que realmente lo he vivido como una especie de telón de fondo. Quizá es solo que la voz en mi cabeza que gritaba “¡Matadlos a todos!” se había quedado afónica.

Otro de mis grandes pero desde que empecé con esta trilogía era Alina, (TontAlina para los amigos) y sí, es algo que también ha cambiado en este tercer libro. No porque la protagonista se haya dado un golpe en la cabeza y haya decidido ser coherente, no. Alina ha empezado a caerme un poco mejor gracias a todo lo que se enfrenta en este tercer libro. Empezando porque está obsesionada con encontrar el tercer amplificador y por primera vez no lo esconde. Es consciente de que el poder la está corrompiendo, incluso empieza a sentirse culpable a ratos porque teme convertirse en un nuevo Darkling. Alina empieza a tener un trasfondo más interesante: esa lucha constante entre el ansia de poder y el temor a conseguirlo realmente, aderezado por la necesidad de proteger a sus amigos, consigue que el personaje finalmente sea mínimamente interesante.

Pero no es solo su lucha interna lo que ha conseguido que me reconciliase con este personaje, los giros que Leigh Bardugo le ha reservado a Alina en este tercer libro rozan la crueldad y, mientras en los anteriores la protagonista me tenía totalmente fría y me daba exactamente igual lo que le ocurriera, finalmente he conseguido empatizar con ella. He entendido su dolor frente a la gran decisión a la que se enfrenta. Lástima de ese final en el que la autora coge el libro al completo y lo tira por la borda. Lástima.

En cuanto a los secundarios tenemos a grandes personajes que consiguen eclipsar a los protagonistas en varios momentos, como Baghra, Zoya, David, Genya o Nikolai del que doy gracias porque la autora se haya decidido a escribir una nueva bilogía sobre él, espero que algún día también se decida a contarnos más sobre Baghra, siempre me ha parecido un personaje muy interesante. Luego están los personajes mediocres como los reyes, el Apparat o Mal, aunque este último también me ha gustado un poquito en el cierre de la historia.

En definitiva, no creo que valga la pena leer dos libros para llegar a uno realmente interesante, pero por desgracia es totalmente necesario para entender la historia al completo. Aunque por otro lado, eso demuestra evolución en la autora por lo que sigo teniendo esperanzas con Seis de Cuervos.