La rebelión del rey de C.S. Pacat

Título original: Kings Rising (2016)
Autora: C.S. Pacat 
Saga: El príncipe cautivo #3/3
Género: Fantasía
Editorial: Oz Editorial
Traductor: Eva García Salcedo
Primera edición: Enero de 2019
Nº páginas: 272 páginas
Precio: 15,90€

Pues ya estoy aquí con el final de la trilogía de El príncipe cautivo, historia con la que no puedo negar que he tenido mis altibajos. Si recordáis mi reseña de El príncipe cautivo (aquí) sabréis que al terminar el primer libro no sabía exactamente qué esperar, pero quedé bastante contenta tras terminar El juego del príncipe (aquí). Si el tercero seguía la misma línea, la historia no podía hacer otra cosa que mejorar, pero lamentablemente para mí no ha sido así.

Odio hacer reseñas de segundas partes, pero es aún peor cuando se trata del último libro pues es realmente complicado no hacer spoilers así que esta vez, para empezar, he decidido obviar la sinopsis de la ficha técnica puesto que es demasiado explícita (algo que probablemente también haré a partir de ahora en las continuaciones de sagas/series) y por otro lado también he optado por no haceros mi breve resumen.

Terminamos el segundo libro en un momento álgido por lo que era de esperar que este último empezara cargado de revelaciones y acción y C.S. Pacat no decepciona y nos da justo eso. Finalmente vemos a Damen en medio de una batalla de verdad, rodeado de los suyos y quedará patente por qué gran parte de Akielos lo apoya en la sucesión al Trono.

Desde el primer libro mencioné que Laurent era mi personaje favorito y eso es gracias a su personalidad fría y retorcida. Desde el primer libro demuestra que es un manipulador nato, nada ocurre sin que él haya calculado hasta el más mínimo detalle intentando prever todas las posibles salidas para escoger la que le implique el menor daño. No es para menos teniendo en cuenta el pulso de poder que mantiene con su tío, el regente.

Mi parte favorita de esta historia son precisamente los dos personajes principales y no por el romance que se pueda dar o no entre ellos porque esa parte realmente a mí me sobraba, sino por la clara evolución que vemos en ambos. Cuando la autora me presentó a Damen y a Laurent en el primer libro me quedé con la sensación de que estaba frente a dos niñatos encaprichados con el poder por lo que no me pareció tan extraño que hubieran logrado apartarlos tan fácilmente. Al ir avanzando en la historia me di cuenta de que realmente eran dos príncipes válidos aunque con muchas carencias, derivadas en gran parte de la educación que habían recibido… Termino este último libro afirmando que finalmente he visto a los reyes que Vere y Akielos necesitan. Ambos han cambiado, se han compenetrado perfectamente y la convivencia les ha servido no solo para darse cuenta de sus errores, sino para empaparse de la personalidad del otro y aprender para ser mejor rey. Porque si algo es remarcable de estos dos personajes es que, al contrario de quienes los han apartado del trono, ellos no ansían el poder para beneficiarse ellos mismos si no para conseguir por fin la paz para sus pueblos. De ese deseo nace la alianza entre Laurent y Damen desde el principio.

Pese a que pienso que los dos personajes principales merecen mucho la pena y hay muchas partes que me han gustado como las batallas o todo el plan urdido por el regente para arrebatarle el trono a Laurent, junto con los contraataques de este, también hay varios aspectos de esta historia que no me han convencido, siendo el final el más importante de ellos. Tras tantas intrigas, traiciones y mentiras encadenadas me ha parecido demasiado apresurado, fácil y motivado en gran parte por un golpe de suerte, casi por inspiración divina. Arrastramos dos claras traiciones desde el principio para las que esperaba un enfrentamiento final épico, donde se nos dieran finalmente las explicaciones pertinentes, pero lamentablemente no ha sido así. Por no hablar de ese niño que aparece y desaparece sin más o de que finalmente tenemos esa gran revelación en torno a la relación entre el regente y Laurent, pero no se nos dan más explicaciones. Esta revelación pretende dejar al lector asombrado y asqueado a la vez, pero la autora ha esperado tanto y ha dado tantas pistas, que le es imposible conseguirlo. Se puede intuir perfectamente en el primer libro, en el segundo lo tenemos claro y que en este último tampoco se nos den más explicaciones, no ayuda realmente.

Mis dos siguientes pero van relacionados directamente con el romance de esta historia. Ya en el primer libro comenté que en mi opinión, había visto demasiadas cosas que hacían que una relación entre Laurent y Damen fuera inviable y sigo pensando lo mismo. Aunque en el segundo libro, esta empezó a convencerme algo más, seguía habiendo un obstáculo insalvable entre ellos por lo que la solución poética que la autora ha querido darle a este escollo me ha molestado especialmente. C.S. Pacat ha optado por la salida fácil, otra vez.

Esto es algo completamente mío, pero estoy segura que habrá quienes estéis de acuerdo conmigo. No soy dada a leer literatura LGTB, es algo completamente nuevo para mí y admito que en parte soy reacia porque me da miedo encontrar justamente lo que ocurre en esta historia. Tenemos a dos personajes principales: por un lado, Damen destaca por su altura, por su cuerpo musculoso y por convertirse en una bestia ciega en plena batalla y arrasar con todos los enemigos que se le pongan por delante. Damen es tan grande que su sola presencia impone, de ahí que la autora escogiera el tema de los esclavos sexuales para quitarle todo el poder, para reducirlo a una simple mascota pese a su hombría, a su fuerza y al poder que desprende su presencia. En la otra cara de la moneda tenemos a Laurent, el príncipe que no estaba destinado a reinar. Pequeño, de facciones delicadas, cuerpo delgado y con aspecto frágil... ¿veis por dónde voy? En realidad al inicio me gustó más de lo que me molestó puesto que el personaje de Laurent cobraba aún más valor. Tras la muerte de su hermano se vio obligado a reinventarse, a aprender a luchar, a llevar a su cuerpo al límite para aprender a soportar a duras penas lo que cuerpos como el de Damen soportan con facilidad. La mayor baza de Laurent es su intelecto pero eso no significa que esté indefenso en batalla y lo demuestra en un enfrentamiento directo con Damen cuando, pese a la diferencia de estatura, de fuerza y de corpulencia, el príncipe de Vere consigue salir bastante entero del duelo.

La primera vez que Laurent se vio obligado a ponerse un vestido para salvar su vida lo pasé por alto, pero a medida que esto se repetía a lo largo de los libros si empezó a molestarme. Que se le confunda tan fácilmente con una chica, que se diga de él que es “hermosa”, etc. Por no hablar de que "Lauren" de entrada es nombre de chica… No entiendo esta necesidad de presentar una historia homosexual en la que constantemente se nos están mandando mensajes contradictorios. Sabemos que es un hombre, pero la autora consigue que en nuestra cabeza veamos a una chica rubia y hermosa. Lo mismo es una tontería, pero es algo que no me gusta encontrar.

Por último, sigo diciendo que para mí esta historia no funciona como trilogía. Ninguno de los libros llega a las 300 páginas y tendría un pase si tuvieran el precio de un libro de bolsillo, pero con el precio que tienen, creo que sería más adecuado haberlo dejado en bilogía o incluso en un tomo único un poco más caro. Entiendo que Oz Editorial haya decidido publicarlos como trilogía para seguir la idea original de la autora, pero creo que es algo a tener en cuenta. Personalmente sé que si hubiera tenido que comprarlos yo, habrían permanecido en mi wishlist durante meses porque hay miles de libros que cuentan con el doble de páginas o incluso el triple por el mismo precio.

Empecé esta trilogía un poco a trancas y barrancas, pero finalmente no puedo decir que no esté contenta de haberla leído. Cierto que hay muchos detalles que no me han convencido, pero he disfrutado de muchas partes de la historia, sobre todo de los dos personajes principales, aunque sigo pensando que esta historia no es para todo el mundo.