Autor: John Grisham
Saga: Jake Brigance #3/4
Género: Thriller legal
Editorial: Plaza & Janés
Traductora: Ana Isabel Sánchez Díez
Edición: Noviembre de 2021
Nº páginas: 656 páginas
Mi puntuación: ★★★☆☆
Saga: Jake Brigance #3/4
Género: Thriller legal
Editorial: Plaza & Janés
Traductora: Ana Isabel Sánchez Díez
Edición: Noviembre de 2021
Nº páginas: 656 páginas
Mi puntuación: ★★★☆☆
Clanton, Mississippi, 1990. Stuart Kofer, ayudante del sheriff, se considera intocable. Aunque, cuando bebe más de la cuenta, algo bastante habitual, vuelca sus ataques de ira en su novia, Josie, y los hijos adolescentes de esta, el código de silencio de la policía siempre le ha protegido.
Pero, una noche, tras golpear a Josie hasta dejarla inconsciente en el suelo, su hijo Drew sabe que solo tiene una opción para salvar a su familia. Coge una pistola y decide tomarse la justicia por su mano.
En Clanton, no hay nada que suscite más odio que un asesino de policías… excepto, quizá, su abogado. Jake Brigance no quiere encargarse de este caso imposible, pero es el único con suficiente experiencia para defender al chico.
Y cuando comienza el juicio, parece que solo hay un resultado en el horizonte para Drew: la cámara de gas. Pero, como la ciudad de Clanton descubre una vez más, cuando Jake Brigance se hace cargo de un caso imposible… todo es posible.
Hace años me estrené con este autor con Tiempo de matar, libro que he releído este año para el reto de libros olvidados que organiza cada año Nitocris (más información aquí). Mi intención era aprovechar esa relectura para continuar con la serie de Jake Brigance y llegar a este tercer libro, que tenía en casa desde su publicación acumulando polvo. Después de quedarme un tanto destemplada con el segundo libro, La herencia, tenía todas mis esperanzas puestas en este, que a mi parecer tiene un planteamiento bastante interesante.
Stuart Kofer es uno de los ayudantes del sheriff de Clanton más respetados, pero solo porque sus compañeros llevan tiempo cubriéndole las espaldas. Su novia Josie y los dos hijos adolescentes conocen la verdad: Kofer tiene serios problemas con la bebida y cuando se pasa con ella, algo bastante habitual, descarga su ira sobre ellos. Pero una noche, el terror en esa casa alcanza el punto álgido: Josie yace inconsciente en el suelo de la cocina; sus hijos están convencidos de que Stuart finalmente la ha matado; Stuart ha intentado acceder a la habitación de su hermana Keira y finalmente ha caído dormido dejando su pistola al alcance de la mano, por lo que Drew decide tomarse la justicia por su mano.
De entrada lo que más me ha sorprendido en este libro es que el personaje de Jake Brigance me ha caído menos mal que en anteriores ocasiones. Como ya comenté, sobre todo en el primero, se notaba a la legua que su ambición podía más que el bienestar de su cliente; pero en este libro se nota que las vivencias del pasado han dejado a un Jake más comedido, más centrado en pararse a pensar en las consecuencias que en lanzarse a lo loco a por un caso polémico. De echo, es el juez Noos quien le insiste en que se haga cargo temporalmente puesto que no tiene a nadie más.
El libro girará en torno a la defensa de Drew, quien a partir de ese momento será considerado como un asesino de policías y Grisham consigue transmitir muy bien como la opinión pública parece ponerse una venda en los ojos y tapones en los oídos en este tipo de casos. A la gente de Clanton les da igual que Drew sea un menor; lo problemático que podía llegar a ser Kofer cuando le daba a la bebida; que le hubiera pegado más de una paliza a su novia o que la violencia hubiera alcanzado a los hijos de esta. Creo que lo que más me ha impactado es la reacción del sheriff Ollie en todo este asunto, sobre todo teniendo en cuenta como apoyó a Carl Lee en el primer libro.
Aunque el libro empieza muy bien, al final me he quedado un poco destemplada por como ha ido avanzando la historia. Soy consciente de que es totalmente culpa mía, porque me monté una película en mi cabeza de por donde podía salir la historia y al final nada que ver por lo que la historia me resultó bastante plana. Es algo que me sigue mosqueando un poco, porque realmente los elementos para darle un giro a la historia y dejarnos con la boca abierta están ahí, pero Grisham no ha sabido (o no ha querido) aprovecharlos.
En definitiva, Tiempo de perdón parte de un punto muy interesante, pero al final me pareció una historia bastante plana.
Hola, Lit:
ResponderEliminarNo me llama mucho, y viendo que se fue desinflando un poco la historia, no me lo voy ni a plantear.
Un beso y feliz semana.